Antes de que comiencen a enviarme su “hate mail” o mensajes de envidia por el hecho de que yo haya visto la tan esperada secuela de “Batman Begins” y ustedes no, déjenme aclararles lo siguiente: lo que leerán a continuación no contiene ningún “spoiler” de la cinta. Así que no se preocupen, no se las voy a dañar.

Además, no me odien tanto. Mientras tengo que admitir que estoy delirando de la alegría tras ver la increíble película de mi superhéroe favorito, imagínense la tortura que debe ser para mí no poder discutirla con NADIE por las próximas cuatro semanas. Ni mi esposa, ni mis mejores amigos, ni tan siquiera ustedes, mis fieles lectores. Es más, la gran mayoría de mis compañeros de trabajo me tienen sentenciado a muerte si revelo el más mínimo detalle de la historia. Pero no me puedo quejar. Yo la vi y ellos no (ja, ja, ja).

Lo que sí les puedo decir es lo siguiente: “The Dark Knight” no sólo es el mejor largometraje que he visto este año, sino la mejor película de superhéroes que jamás se haya filmado. Olvídense de “Spider-Man 2” y “X-Men 2”. Ésta es la crema y nata del género. Es más. Describirla como una mera cinta de superhéroes sería limitar su grandiosidad. Si nos olvidamos de que está basada en un cómic y que los personajes utilizan disfraces, el filme es un perfecto drama criminal.

Una vez más, la dirección de Christopher Nolan es impecable y su ejecución de las secuencias de acción serán unas de las más formidables que ustedes verán en el 2008. El diestro cineasta –creador de otros fantásticos largometrajes como “Memento” y “The Prestige”- le provee a "The Dark Knight" una atmósfera más a tono con la realidad, algo que no se encuentra en prácticamente ninguna otra película de superhéroes. El resultado es una trama muchísimo más convincente con la que nos podemos identificar como espectadores.

El guión, escrito por Nolan y su hermano Christopher, está repleto de sorpresas. Yo creía que ya tenía la trama del filme más o menos descifrada en mi mente con tan sólo ver los cortos. No podía estar más equivocado. El suspenso que impulsa la historia se hace aún más efectivo con los giros inesperados que el dúo de hermanos tenía escondidos bajo sus mangas.

Todas las actuaciones son de primera. Christian Bale le ofrece a “Batman” el lado oscuro que siempre ha rodeado al personaje con tremenda autenticidad a la vez que interpreta a “Bruce Wayne” como el carismático chico rico que pretende ser. Aaron Eckhart es el perfecto “Harvey Dent”, Gary Oldman luce genial como el “Comisionado Gordon” y Michael Cane es el mejor “Alfred” que ha aparecido en el cine.

Ahora, quien se roba el show, es Heath Ledger como el “Joker”.

Si aún no habían reconocido el vacío que dejó la muerte de este excelentísimo actor en el séptimo arte, cuando vean su actuación en “The Dark Knight” no les cabrá ninguna duda. El tipo se la comió. Este es el “Joker” que los fanáticos de los cómics de “Batman” siempre han querido ver transferido a la gran pantalla. Un sádico psicópata con un peculiar sentido del humor que encuentra comedia hasta en los actos más violentos que se pueden imaginar.

Por años se ha reconocido la interpretación de Jack Nicholson en la cinta “Batman” de Tim Burton como la mejor de todas. A mí nunca me convenció. Su actuación no es otra cosa que Jack Nicholson con maquillaje haciendo de Jack Nicholson. El papelazo que realiza Ledger será el nuevo marco de referencia que tendremos durante las próximas décadas de cómo el verdadero “Joker” debe ser.

No digo más por ahora. La película no sólo cumplió con todas mis expectativas sino que las sobrepasó. Si hay un largometraje que ustedes no se pueden perder este verano, es “The Dark Knight”. Es una joya de la cinematografía actual. Por favor, les suplico que vayan a verla tan pronto estrene para tener alguien con quien hablar. Mientras tanto, me trago todo lo que sé, recordando con mucho entusiasmo las escenas que quedaron permanentemente grabadas en mi mente. Esperen mi crítica en este espacio el 24 de julio.