UC: Carlos / Salò, or the 120 Days of Sodom
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 14 años.
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Acomódense bien, que esta edición de Universidad Criterion va a ser extensa, aunque por necesidad, ya que se reseñarán dos de los mejores lanzamientos del año.
Primero tenemos Carlos, la épica biográfica del infame terrorista/asesino a sueldo conocido como Carlos “The Jackal”, que el director Olivier Assayas llevó a la pantalla grande y chica en el 2010, tanto como largometraje como mini serie de televisión.
Y hablando de infamia, luego me adentraré en la nueva edición en Blu-ray de una de las películas más controversiales en la historia del cine: Salò, or the 120 Days of Sodom, del director Pier Paolo Pasolini.
Ambos títulos salieron al mercado recientemente, en DVD y Blu-ray, bajo el sello de The Criterion Collection.
Carlos
Las cintas biográficas suelen enaltecer a la figura histórica en las cuales se basan. El director Olivier Assayas no hace ni el más mínimo intento de realizar esto con su protagonista, Ilich Ramírez Sánchez (mejor conocido como Carlos), al presentarlo simplemente como lo que en verdad fue: un terrorista con complejos de grandeza cuyas derrotas superaron significativamente a sus victorias en su lucha por la liberación de Palestina.
La realidad es que, según el tratamiento documental meticulosamente detallado por Assayas y su equipo de guionistas, Carlos era un fracasado hecho legendario por los medios de comunicación, quienes lo apodaron “The Jackal”, aunque no recuerdo que lo llamaran así durante la cinta. El director incluso hace amplio uso de música pop de la época para hacerlo ver como una estrella de rock. La magistral interpretación de Edgar Ramírez, como Carlos, va a tono con esta propuesta. Ramírez posee una gran presencia escénica, un atractivo físico y una astucia verbal que resalta las virtudes del personaje para seducir a un sinnúmero de mujeres y hombres como aliados en su cruzada.
Como observamos a lo largo de las más de cinco horas que dura esta mini serie, Carlos sólo tuvo tres momentos verdaderamente significativos en su campaña de terror, los cuales se exponen aquí con lo que aparenta ser suma veracidad histórica. Primero, su entrenamiento en los años 70, luego la ocupación de rehenes en Viena en 1975 –que al final no le produjo ningún resultado-, y más adelante, al final de la década del 80, la caída del muro de Berlín que para él y sus secuaces representó el fin del apoyo soviético.
La trama de Carlos se desarrolla a lo largo de tres décadas y montones de países. Es una producción ambiciosa hecha con maestría. Como película, no sé cómo funcione ya que fue drásticamente editada de su versión original. Sin embargo, la mini serie, que es la versión que se incluye aquí, es una experiencia cautivante. El primer capítulo te atrapa, en el segundo alcanza su clímax, y el tercero presenta el desenlace de lo que fue la fracasada encomienda de este terrorista. Un final anticlimático, pero uno que captura perfectamente la realidad de este histórico personaje contemporáneo.
Presentación audiovisual
Bajo la supervisión de los cinematógrafos Denis Lenoir y Yorick Le Saux, aprobada por Assayas, Carlos se ve fenomenal en alta definición. La transferencia en 1080p, presentada en su formato original 2.35:1, cuenta con una excelente saturación de colores cuyas tonalidades va variando de acuerdo a las décadas en la que se desarrolla la trama.
El disco sólo incluye una pista de audio, codificada en DTS-HD Master Audio 5.1, en francés con subtítulos en inglés. La mezcla de sonido es estupenda, con un gran uso de todos los canales. Lamentablemente, Criterion sólo subtituló las partes en la que los personajes hablan otros idiomas que no sean inglés, lo cual representa un problema debido a que gran parte del elenco es internacional y su inglés no es exactamente perfecto, por lo que a veces es difícil entender lo que están diciendo.
Extras
En términos de suplementos, este es uno de los más robustos estrenos de Criterion del 2011, tanto en material histórico como cinematográfico.
El primer disco tiene el tráiler y una pista de audio alterna en la que el cinematógrafo Denis Lenoir ofrece sus comentarios en algunas escenas. Además, hay un featurette dedicado exclusivamente a la filmación de la secuencia de la toma de rehenes en la OPEC. Pero esto es sólo el comienzo pues es en el segundo disco donde se hallan la mayoría de los extras.
Criterion entrevistó por separado al director Oliver Assayas, el protagonista Edgar Ramírez y al cinematógrafo Denis Lenoir con motivo de este lanzamiento. La entrevista de Assayas, de 43 minutos de duración, es muy informativa, entrando en detalles de la producción y su interés en la figura de Carlos.
Por su parte, Ramírez hace la comparación entre Carlos y el revolucionario Ernesto “Che” Guevara, además de que ofrece su opinión sobre el ambiente socio-político de la era en la que ambos estuvieron luchando por sus respectivas causas. Mientras, Lenoir se concentra en discutir su colaboración con Assayas.
Mi suplemento favorito tiene que ser el documental Carlos: Terrorist Without Borders, de 59 minutos de duración, y difundido por la televisión francesa en 1997. El mismo traza la vida de Carlos desde sus inicios como revolucionario hasta su encarcelamiento en 1995.
En otra excelente entrevista, el militante izquierdista alemán Hans-Joachim Klein habla con el productor del filme, Daniel Leconte, en una conversación que tuvieron en 1995. La misma está en alemán con subtítulos en inglés y dura 39 minutos.
Por último, tenemos Maison de France, documental de 89 minutos de duración sobre el bombardeo en 1983 de la Maison de France, en Berlín Oeste. En él se entrevista a los familiares de la víctimas de los ataques perpetrados en nombre de Carlos, además de que se habla con la ex esposa del terrorista, la alemana Magdalena Kopp.
El panfleto de Criterion contiene sendos ensayos de los críticos Colin MacCabe y Greil Marcus además de biografías de algunas de las figuras históricas que aparecen en la película.
Salò, or the 120 Days of Sodom
A continuación un extracto de la crítica que escribí de la película en septiembre de 2008:
El último filme de Pier Paolo Pasolini ha sido llamado una “obra maestra” por unos y condenado como una “grotesca basura” por otros. Paradójicamente, ambas descripciones son correctas. Salò no puede ser absolutamente llamada buena ni mala. Habita en un extraño limbo cinematográfico en el que las películas no son calificables, simplemente son. Existen porque el medio las requiere. Porque al igual que hay cintas que resaltan el lado bondadoso y puro de la naturaleza humana, también existen las que deben filmarse porque muestran las atrocidades más despiadadas de las que son capaces los hombres.
Pero aún cuando otros largometrajes se han encargado de capturar los fines empleados por los humanos a través de la historia para sembrar el dolor y el sufrimiento entre su propia especie, Salò no se puede comparar con ninguno de ellos. Es único e irreproducible. Lo que Pasolini hizo en 1975 jamás se podría filmar hoy día. Por años su venta y proyección estuvo prohibida en decenas de países.
Pasolini traslada la novela “Los 120 días de Sodoma” del infame Marqués de Sade, de la Francia del Siglo 18 a las últimas semanas de la Segunda Guerra Mundial en el norte de Italia. De cara al fin del conflicto bélico, un grupo de hombres -compuesto por “El Duque”, “El Magistrado”, “El Monseñor” y “El Presidente”- secuestran a 18 hijos e hijas de los disidentes y los llevan junto a cuatro viejas prostitutas a una inmensa mansión de la cual nunca saldrán con vida.
No cabe duda de que Salò fue hecha con el propósito de sacudir profundamente las sensibilidades de los espectadores. Es imposible verla y no sentirse afectado por lo que aparece en pantalla. Y aunque muchos perciben sus perversiones como excesivamente gratuitas, detrás de sus macabras imágenes se encuentran varios mensajes que Pasolini nos desea transmitir. Que si es efectivo o no cómo el cineasta expresa sus posiciones contra el fascismo y el consumerismo desmedido, eso lo decide cada cual, pero lo cierto es que el filme, una vez se ve, jamás se puede olvidar.
Presentación audiovisual
Para ser una cinta con tanto material horrendo, Salò siempre ha sido una belleza, estéticamente hablando. El DVD lucía fenomenal, pero este nuevo Blu-ray es toda una revelación. La transferencia en 1080p, en su formato original 1.85:1, tiene una gran definición en la que se pueden apreciar los hermosos colores y un excelente contraste.
El audio se escucha muy bien en la pista 1.0 Mono PCM en italiano con subtítulos en inglés. También se incluye la opción de un doblaje en inglés, pero no me molesté en oírla, ya que los doblajes tienen hacer terribles.
Extras
Todos los suplementos de la edición original en DVD fueron trasladados al Blu-ray. No hay nada nuevo, pero no hace falta dada la calidad de lo que se incluyó en ese lanzamiento.
Fade to Black es un documental de 23 minutos de duración en el que varios estudiosos del medio y cineastas –como Bernardo Bertolucci- ofrecen sus interpretación del filme y cómo reaccionaron la primera vez que lo vieron.
Salò: Yesterday and Today es un documental filmado en 1975 durante la producción del largometraje. Combinando material capturado a color y en blanco y negro, observamos a Pasolini trabajando sin saber que sería su última película.
The End of Salò es otro documental que se concentra en la escritura del guión y las controversias que rodearon a la producción, como su censura en Italia y su doblaje en Francia.
El diseñador de producción Dante Ferretti habla durante 12 minutos de su colaboración durante cuatro filmes con Pasolini, en especial Salò. Mentras, el cineasta y estudioso del medio Jean-Pierre Gorrin discute Salò y el legado de Pasolini en una entrevista realizada por Criterion en el 2006.
Por último tenemos el tráiler de la cinta y un tremendo panfleto repleto de interesantísimos ensayos y extractos del diario de producción del lagometraje.
Nota final
Para los amantes del séptimo arte, cualquiera de estas dos magníficas ediciones haría un tremendo regalo y una excelente adición a sus colecciones. Cierto, Salò no es el tipo de filme que uno verá frecuentemente (para la mayoría con una bastará) pero es uno que es bueno tenerlo a la mano, no sólo por su importancia histórica, sino además porque hay muchas personas que jamás la han visto y les podría interesar. Así que usted, como buen anfitrión, podría someterlas a sus horrores.
Carlos se ve brutal en alta definición, pero si están inseguros sobre si deben adquirirla o no, les recomiendo que vean al menos el primer episodio, que está disponible en Netfilx Watch Instantly.
Independientemente de su decisión, ambas cuentan con mi más alta recomendación.

