En los últimos años, el género conocido como el noir nórdico se ha apoderado de la televisión europea, con grandes ejemplos como The Fall (Inglaterra) The Killing (Dinamarca) y The Bridge (Suecia), estas dos últimas siendo adaptadas a la pantalla chica estadounidense por AMC y FX, respectivamente. Mientras, en el cine, “Lisbeth Salander” -con su tatuaje de dragón- se ha convertido en uno de los personajes contemporáneos más emblemáticos. Todos, a mayor o menor grado, le deben algo a Insomnia (1997), un thriller de primera clase que se apropió de uno de los estilos más atractivos del séptimo arte y lo viró de cabeza.  

Comenzamos, por supuesto, con un cuerpo: el de la adolescente “Tanja Lorentzen” a quien vemos en la escena inicial –filmada en un formato de celuloide más granoso para resaltar su crudeza a través de la textura- muriendo a manos de su victimario dentro de una casucha. Acto seguido, el detective sueco “Jonas Engström” (Stellan Skarsgard) viaja a Noruega junto a un compañero para asistir a las autoridades locales a esclarecer el crimen, pero identificar al asesino no es lo que impulsa el suspenso cocinado a fuego lento, sino el estudio de personaje que el director Erik Skjoldbjærg realiza de “Engström” cuando este pasa de ser el que persigue al perseguido.  

Skarsgard cautiva con su interpretación del estoico detective que comete un grave error cuando mata accidentalmente a su compañero al confundirlo con el sospechoso en medio de una espesa neblina. El filme se adentra en la psiquis del detective y cómo asimila la culpabilidad de esta muerte mientras intenta ocultar los hechos de los otros policías envueltos en la investigación. Peor aún: el asesino de la joven es el único testigo ocular de lo que en verdad ocurrió, por lo que se desarrolla una relación de complicidad entre el gato y el ratón que enturbia aún más la compleja moral que rige el astuto guión escrito por el propio director y Nikolaj Frobenius.

La penetrante luz solar es un componente esencial de la propuesta de Skjoldbjærg, quien -según explica en la entrevista que acompaña este lanzamiento de The Criterion Collection- partió de la premisa de extraer las sombras del film noir pero retenerlas temáticamente. Al no haber noche, “Engström” no logra dormir, por lo que comienza alucinar y soñar despierto en un incremental estado de desorientación que no solo lo afecta a él sino al público incapaz de discernir entre la realidad y lo imaginario. El director juega ingeniosamente con la cámara y la edición para transmitir el desconcierto que atraviesa el personaje, obligándonos a especular acerca de lo que estamos observando mientras batalla contra el cansancio y su conciencia.  

Cinco años después de su estreno, Christopher Nolan realizó un respetuoso remake de Insomnia para el público estadounidense –notorio por padecer de una alergia aguda a los subtítulos- que le cayó como anillo al dedo a las sensibilidades del cineasta que venía de dirigir sus primeros dos trabajos, Following y Memento.  Ambas versiones son bastante similares y gozan de una multiplicidad de virtudes, pero el ver una no significa que ya vio la otra. La ópera prima de Skjoldbjærg quizá está menos pulida pero esto solo abona a su efectividad como la encargada de trasladar el emblemático estilo detectivesco del film noir de las oscuras calles metropolitanas a los gélidos paisajes de la región norteña europea, donde la oscuridad subsiste aun ante la cegadora abundancia de luz que impera en la tierra del sol de medianoche.

El disco

La nueva transferencia en alta definición de Insomnia -recién restaurada en 4K- luce inmaculada. Presentada en su formato original 1.85:1 y en resolución 1080p, la copia goza de una impecable claridad y profundidad que resaltan los detalles en la imagen, una perfecta reproducción de colores y calibrados niveles de contraste. El audio también obtuvo una gran mejoría en comparación al DVD de 1999 como demuestra la pista en noruego DTS-HD Master Audio 2.0 exenta de problemas. Sin duda una de las presentaciones audiovisuales más asombrosas de Criterion del 2014.

Los suplementos no son abundantes, pero la conversación entre Skjoldbjærg y Skarsgard es sumamente interesante. En ella el dúo de cineastas conversa acerca del origen de la película, su relación de trabajo en el set y la influencia de Insomnia como precursora del noir nórdico.

El disco incluye además dos cortometrajes de Skjoldbjærg: Near Winter (1993) y Close to Home (1994), de 35 y 31 minutos de duración, respectivamente.

Por último, tenemos el tráiler del largometraje y un panfleto ilustrado de 20 páginas con un ensayo de Jonathan Romney.

Si nunca ha visto Insomnia o solo ha visto el digno remake de Nolan, esta nueva edición de The Criterion Collection es la mejor manera de hacerlo.