UC: Red River
El director Howard Hawks finalmente ingresa a The Criterion Collection con uno de sus mayores clásicos.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
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Antes de protagonizar este clásico de Howard Hawks, John Wayne era el arquetípico héroe americano -valiente, infalible y patriótico-, estatus que se consolidó en 1939 con Stagecoach, la primera de muchas colaboraciones con el director John Ford, quien vio en Wayne lo que otros productores no habían notado en las 80 (sí, 80) otras películas en las que el actor había trabajado desde 1926: la madera de una estrella de cine. A partir de Stagecoach, Wayne interpretó mayormente soldados y vaqueros que realzaban las virtudes de estos personajes característicos del cine estadounidense de la época, pero con Red River, su carrera dio un giro que comenzó a revelar que debajo del brillo de la estrella había un don histriónico sin explorar.
Para 1948, Hawks ya se había consagrado como uno de los cineastas más versátiles de Hollywood, realizando comedias (Bringing Up Baby), thrillers (The Big Sleep), romances (To Have and Have Not) así como películas de mafia (Scarface) y guerra (Sergeant York). Algo que no había tratado y que era sumamente popular era el western y -para sorpresa de nadie- terminó dirigiendo dos de los más famosos del género: Río Bravo (1959) y Red River, el cual fue lanzado recientemente por The Criterion Collection en una tremenda edición en DVD y Blu-ray, marcando el ingreso de Hawks a la celebrada colección.
Wayne interpreta a “Thomas Dunson”, un ambicioso vaquero que tras convertirse en el mayor ganadero de Texas, se ve obligado a trasladar sus 10,000 cabezas de ganado hasta Misuri para venderlas, ya que en el estado sureño no hay mercado para ellas. “Dunson” recluta a otros vaqueros dispuestos a realizar el peligroso viaje de miles de millas de distancia repleto de bandidos, indios y otras amenazas, pero la mayor de estas la encuentra en “Matt Garth” (Montgomery Clift), su hijo adoptivo que busca apropiarse del ganado para dirigirlo por un camino más seguro.
Aunque parecería que “Garth” es el villano de la cinta, Hawks hace de Wayne el antagonista. El guión de Charles Schnee y Borden Chase (basado en la novela de este) no hace de “Dunson” un tipo fácil de querer. Es obstinado, altanero y rencoroso, castigando a todo aquel que se interponga en su obsesiva misión por dirigir al ganado hasta Misuri a como dé lugar. “Dunson” fue el primer personaje complejo con matices oscuros que interpretaría Wayne, tendencia que alcanzaría su cenit ocho años más tarde en The Searchers. Clift, por su parte, logró junto a The Search un asombroso debut en la pantalla grande, yéndose de tú a tú con Wayne a través de una actuación carismática y mesurada que en ningún momento buscó sobrepasar la presencia de Wayne sino armonizarse con ella.
Sin embargo, aun con las buenas actuaciones, lo que sobresale en Red River es la dirección de Hawks, enfocada en resaltar la escala de su puesta en escena mediante tiros que resaltan la enormidad del ganado en movimiento. Hawks empleó varios trucos de cámara para multiplicar las 1,500 vacas que tenía a su disposición y el efecto es extraordinario. Tras establecer a los personajes en el primer acto, el director dedica el segundo al viaje, colocando al espectador en medio de él y haciéndolo sentirse parte de sus paisajes y peligros.
El final de Red River es el mayor punto de contención. Incluso sus mayores admiradores admiten que el último acto sufre con la introducción de un personaje femenino que se interpone en el conflicto entre “Dunson” y “Garth”, incluso llegando a ser quien lo resuelve de manera forzada e increíble, desinflando la tensión que había ido incrementando a lo largo de la película. Esto, sin embargo, no es suficiente como para invalidar su merecido estatus como un clásico del género.
El disco
Red River viene dividida en dos discos: uno con la versión de 127 minutos –preferida por Hawks- y el otro con la versión “pre-release” de 133 minutos. Independientemente de cuál de las dos decida ver, ambas se ven excelentes en su formato original 1.37:1 tras ser restauradas en 2K. Fuera de algunas insignificantes señales de deterioro, la copia está en buenas condiciones, con una tremenda definición y altos niveles de contraste. El sonido también goza de mismo grado de calidad. La pista en inglés PCM 1.0 se escucha claramente e incluso denota un poco de pomposidad en la reproducción de la memorable banda sonora de Dimitri Tiomkin.
Los suplementos se dividen entre ambos discos y son los mismos tanto en los DVD como en los Blu-ray que vienen en el set.
El cineasta Peter Bogdanovich concedió una entrevista a Criterion para hablar acerca de Red River, explicar la historia detrás de sus dos versiones y compartir anécdotas de la serie de entrevistas que le realizó a Hawks. Extractos de una de estas –grabada en 1972- se incluye aquí, permitiéndonos escuchar a Hawks hablando de su admiración por John Wayne, el proceso de filmación y por qué prefiere la versión más corta del filme.
La crítica de cine Molly Haskell realiza un video ensayo de Red River de unos 15 minutos de duración, mientras el historiador Lee Clark Mitchell comparte su amplio conocimiento del western para resaltar la importancia del filme en otra entrevista.
El disco también contiene una entrevista de 1969 a Borden Chase –autor y guionista de Red River- en la que expresa su insatisfacción con el final de la película y las diferencias que entre esta y el libro.
Lux Radio Theater es un episodio de un programa de radio que adaptó Red River en 1949 y en el que figuran John Wayne, Joanne Dru y Walter Brennan reinterpretando sus papeles.
Por último, el set incluye una copia de la novela Blazing Guns on the Chisolm Trail, un panfleto ilustrado de 27 páginas con un ensayo del escritor Geoffrey O’Brien y una entrevista al editor del largometraje, Christian Nyby, y el tráiler de Red River.