En 1973 el cineasta alemán Rainer Werner Fassbinder dirigió para la televisión una miniserie de dos episodios que por años se creyó que jamás volvería a ser vista, mucho menos en otras partes del mundo.

Sin embargo, en el 2010 la Fundación Fassbinder llevó a cabo una restauración y hoy, gracias a The Criterion Collection, todos la podemos apreciar.  

Ocho años antes, en la España franquista de 1965, el director italiano Franceso Rosi realizaba la cinta semi-documental The Moment of Truth, desarrollada alrededor de las corridas de toro, que capturó tanto la majestuosidad de esta tradición como su cruda violencia.

Las ediciones en Blu-Ray de ambos largometrajes son reseñadas en esta edición de Universidad Criterion.


World on a Wire

La aparente realidad del mundo en que vivimos es puesta en duda en este interesante filme de ciencia ficción el cual me imagino debe haber sido visto por los hermanos Wachoswki antes de hacer The Matrix. O, por lo menos, ellos también leyeron la novela Simulacron-3, del autor Daniel F. Galouye, en la que se basa World on a Wire.

Hay varias similitudes entre el universo de The Matrix y la sociedad futurista que se presenta aquí –y no me refiero únicamente al concepto, sino a unos elementos muy específicos- pero Fassbinder claramente no tenía el presupuesto para hacer algo muy elaborado, por lo que se las tuvo que ingeniar para crear una Alemania que se sintiera de una época más avanzada, algo que logra asombrosamente.

La historia gira en torno a “Fred Stiller” (Klaus Löwitsch), ayudante del científico que estuvo a cargo de crear el mundo virtual llamado Simulacron –en el que habitan unas mil personas virtuales que no están al tanto que no son reales- y quien falleció misteriosamente poco después de completarlo. “Stiller” toma las riendas del experimento bajo la constante mirada de la compañía que solicitó su creación y cuyo verdadero objetivo con Simulacron no es del todo claro.

World on a Wire es ciencia ficción en la misma vena que historias como 1984, con largas y extensas conversaciones de índole filosófico y existencial que en su mayoría resultan interesantes. Es, y me vuelven a disculpar la comparación, como The Matrix pero sin todos los efectos especiales. Estéticamente es una maravilla. Una de las mayores fortalezas del cine de Fassbinder es su buen ojo y aquí realiza unas escenas fascinantes con amplio uso de espejos para fabricar un mundo en el que siempre nos sentimos observados.

La cinta dura tres horas y media, con su primera mitad siendo la más cautivante. La segunda parte tiende a ser más diluida y rebuscada pero al final nos da una resolución memorable. Si están suscritos a Hulu Plus, la pueden ver ahora mismo en el canal de Criterion.

Presentación audiovisual

World on a Wire fue filmada para la televisión alemana en 16mm. Aquí se presenta en su formato original 1.33:1 en resolución 1080p y la calidad de la imagen varía a lo largo de la película. El nivel de detalle es inconsistente, con algunas escenas luciendo muy bien y otras un poco “soft”. Lo mismo ocurre con los colores que van desde los muy bien saturados hasta escenas completas en las que están extremadamente saturados.

El disco incluye sólo una pista de audio, en alemán con subtítulos en inglés. El diálogo ha sido grabado en posproducción pero al menos no suena tan mal como en algunas películas italianas. Las voces se escuchan con claridad por el canal central y se complementan con una selección musical de piezas clásicas elegidas por el propio Fassbinder.

Extras

En el feature World on a Wire: Looking Ahead to Today el coescritor Fritz Müller-Scherz, el cinematógrafo Michael Ballahaus y el actor Karl-Heinz Vosgerau hablan de su experiencia durante la filmación del largometraje. Dura aproximadamente 50 minutos.

El experto en la filmografía de Fassbinder, Gerd Gemünden, hace un análisis crítico del filme. El segmento es muy interesante y detallas las influencias de Fassbinder al realizar World on a Wire.

Por último, tenemos el tráiler que se editó del filme tras ser reencontrado en el 2010 y un panfleto de 14 páginas con un ensayo escrito por el crítico de cine Ed Halter.


The Moment of Truth

Confieso que he tenido este filme en mi posesión por casi tres meses y ni siquiera lo había abierto. Tengo serios problemas con las corridas de toro. No me agradan en lo más mínimo. Que me disculpen los españoles, mexicanos y las demás nacionalidades que las llevan a cabo, pero siempre las he visto como un salvaje abuso No sé qué tienen de pintorescas. En lo que a mí concierne, siempre le voy al toro. El día que un torero se enfrente a cinco toros a la vez, y lo hayan apuñalado varias veces en la espalda, entonces le iré a él.

Sin embargo si puedo ver –y, a veces, hasta disfrutar- de las brutalidades que se comenten en la ficción, tenía que poder lidiar con esta película, y resulta que es una muy buena a pesar de mis objeciones. Francesco Rosi captura con su cámara tanto lo que desprecio de estos eventos como sus aspectos más llamativos. A través de sus excelentes tomas, pude apreciar la elegancia que yace detrás de toda la sangre y la crueldad.

Cansado de vivir sin rumbo en un pueblo rural, “Miguel” (Miguel Mateo) se marcha a Barcelona en busca de la ambición que carece. Sin embargo, al llegar a la ciudad se topa con la que a vida no es más fácil allí que en el campo y que sin destrezas no llegará a ninguna parte. Es entonces cuando encuentra una escuela de toreros y rápidamente se convierte en uno de los mejores. “Miguel” asciende a la fama pero pronto descubre que ésta viene con un precio.

Rosi comenzó a rodar The Moment of Truth sin una historia y fue más o menos moldeándola hasta llegar a la trama del ascenso y la caída de un torero. Miguel Mateo era un torero en la vida real por lo que el director se pudo dar el gusto de hacer unos tiros espectaculares desde la distancia y verdaderamente capturar las corridas de toros con lujo de detalles. La cinta habita en un lugar entre la realidad y la ficción, y mientras la parte ficticia quizás no sea la más interesante, la real, por más que me duela admitirlo, es lo más que me atrajo hacia ella.

Presentación audiovisual

Rosi utilizó lentes de 300 mm  para poder filmar las corridas de toro, y mientras esto nos acerca a la acción, tiene como consecuencia el que algunas de las escenas se vean fuera de foco debido a los telefoto. Sin embargo, los colores lucen muy bien y naturales en esta imagen en su formato original 2.35:1 y en resolución 1080p.

Como es la costumbre en el cine italiano (una que me molesta bastante) el audio es doblado en posproducción, por lo que la pista en 1.0 PCM Mono carece de dinamismo. Además, el filme fue una producción de bajo presupuesto, por lo que tampoco cuenta con el mejor sonido.

Extras

El director Francesco Rosi habla durante 14 minutos en una entrevista grabada en el 2004 sobre la producción, el uso de actores sin experiencia histriónica y el rodaje en el Festival de San Fermín, entre otras anécdotas.

Fuera de eso, lo único otro que se incluye es un panfleto de 19 páginas con un análisis del profesor Peter Matthews.


Nota final

Ambos filmes me parecieron muy interesantes, aunque no creo que podría recomendar una compra a ciegas. Ya les había mencionado que World on a Wire está disponible en Hulu Plus y los mismo sucede con The Moment of Truth. Les aconsejo que les den un vistazo por ahí y luego decidan si quisieran sumarlas a su colección.