Lo que dijo y escribió

Esta semana recibí una llamada de Andrea de Castro, quien me solicitaba aclarar ciertas cosas que ella entendía que dañaban su imagen. Además, quería desmentir a una fuente cercana a ella en las cosas que me dijo y publicadas en esta columna el lunes, las cuales nunca se habían dicho públicamente.

Cuando dialogué con ella, me pareció sincera y creí que lo que decía era cierto. No quería estar en el ojo público; es una muchacha de 20 años que no se mete con nadie y no quiere ser vista como un sex symbol.

“Quiero ser un buen ejemplo para la juventud”, comentó.

En nuestra conversación le pedí que, para evitar malos entendidos, me escribiera lo que quería refutar. No quería que después dijera que no la había entendido bien o algo por el estilo. Pero algunas cosas que me dijo las obvió en su carta y en honor a la verdad creo que las debo informar. Ella dice que tiene zapatos caros, pero que no costaron $1,000 como los que tenía Lissandra, pero los suyos los pagó ella.

Sobre sus amores, dijo que mucha gente sabe quién es su pareja y que no es ningún cafre y que no sale con el reguetonero De La Ghetto, pero aclaró que éste no es un pelao y tiene dinero.

“Mira, no way con De La Ghetto, it’s not going to happen. No me gusta ese estilo de hombre”, nos comentó. Sobre ser una mujer problemática, dijo que no quería ser Kim Kardashian ni imitar a Maripily. De hecho, ésta última la ha defendido públicamente en varias ocasiones. Aseguró que su salida por la parte posterior del tribunal fue porque no le gusta salir en la prensa en una situación nada linda para ella.

Me creí su carta y su confesión. Me dijo que se había ido a Ponce para estar con a su madre Jessica Fernández, y fuera de escándalos. Quería estar tranquila.

Ah, pero cuando veo que tiene tiempo para estar en los medios, pero no para sacar el marbete vencido desde verano… unjú algo está raro. Cuando veo que en la madrugada está en Moca cuando me dijo que estaba en Ponce, unjú,... algo está raro. Me pregunto, ¿cuál es la verdadera Andrea? ¿La muchacha tranquila de su casa, como dice, o la problemática? Andrea necesita ayuda y urgente. Después que no se lamente.