Dicen que el comité de odio contra la nueva Miss Universe, R’Bonney Gabriel, se gestó en las redes de algunos missiólogos latinos que todavía no se quedan tranquilos porque ganó la estadounidense. Inclusive su nombre está medio enredado.

Desde decir que no tiene patrocinadores, que la gente no la quiere, que en Tailandia no ha pasado nada con ella... son muchos rumores no comprobados por nadie, pero que van en la línea de “riégalo que nos conviene”.

De hecho, lo más reciente es que ella no podrá usar la ropa que diseñe, pues Miss Universe tiene un acuerdo con otro diseñador y ella tendrá que ponerse esa otra ropa aunque no le guste. Pero eso siempre ha sido así, no es nada nuevo, pero en su caso, ella lo ha tomado como que dañan su imagen al ser diseñadora y tendrá que trabajar más después que salga del año de reinado. Bueno, si es que dura.

Lo de llevarse a tres chicas a celebrar como si la corona de Miss Universe fuera compartida tampoco ha servido para nada.

Y para echar más leña al fuego, el lío de los bancos en Estados Unidos no ayuda a que más inversionistas pongan dinero en un evento que para todos está devaluado. Así que habrá que ver si la nueva dueña consigue “un novio” para la franquicia o se quita por falta de dinero. Y en su caso sería un debut y despedida.

¡Ah! Y aunque anunciaron con bombos y platillos que el próximo certamen sería en El Salvador, el propio presidente Nayib Bukele dijo esta semana que todavía no han firmado nada y las negociaciones siguen. O sea, fue un momento de emoción, pero sin nada de razón; posiblemente solo el interés de un país por hacer ruido más allá de lo que habla todo el mundo sobre sus redadas de delincuentes y el encarcelamiento de 40,000 personas.

De hecho, me encontré con Desirre Lowry y le dije que estaban vendiendo la franquicia mundial: se sonrió y con la cabeza dijo “no”. O sea, ni pa’ allá va a mirar.

¿A quién perjudican?

Cambios en el horario de difusión y de votación no ayudan a la boricua Madison Anderson en La casa de los famosos. Pero lo que le parece extraño a muchos, y me incluyo, es que no han tocado a Osmel Souza para nada.

No ha sido nominado y dicen que hay un pacto de no agresión contra él y maltratarlo lo menos posible. Algo así como con Laura Bozzo, pero Osmel a la hora de pelar a la gente no tiene pelos en la lengua. O es que se olvidan de Nuestra Belleza Latina.

Hasta ahora, aparte de criticar que él quiere que Madison hable más español, no ha dicho nada de ella que pudiera darnos la clave de que piensa realmente si es para ganar o no. Hasta ahora, los puertorriqueños la han apoyado y mientras más mexicanos queden hasta la final más se diluyen sus votos. Esa es la clave para que Madison entre en la final.

Hacen falta clases de canto

Hay que ponerle una buena bocina a los que hacen la selección de los cantantes para Puerto Rico Gana. O el que evalúa los participantes no sabe nada de música o tiene malos los oídos. Hay unos que desde que arrancan a cantar están desafinados. Hello, está bien que compitan, pero que no torturen a los televidentes con gente sin talento solo por llenar un segmento porque a corto o largo plazo la gente deja de ver el programa. Señores, un buen casting y la situación se mejora.

“No canten solo por cantar”. Hello, gracias.