El dúo Jessy & Joy es un fenómeno que pocos entendemos, sin menospreciar su talento. Los hermanos Huertas no han estado metidos en escándalos; no se dice nada malo de ellos. Solo se habla de sus nominaciones a diversos premios, muchos de los cuales han ganado. Sus canciones son de las preferidas en Puerto Rico, España, en Chile los adoran y, por supuesto, en su natal México son ídolos.

Hace varios años, cuando los trajeron por primera vez a Puerto Rico para un upfront de Univisión, pasaron sin pena ni gloria, hasta que cantaron el tema de la telenovela Las tontas no van al cielo, con Jacqueline Bracamontes y Jaime Camil.

Tienen talento para cantar y para componer, pero de que las telenovelas los han ayudado, ni se diga. Ambos son muy tímidos; ella más que él.

Desde el éxito de Las tontas no van al cielo y La que no podía amar, el fenómeno de Jesse & Joy cruzó los mares rápidamente. Es una forma de llegar a muchos países sin depender de una disquera. Cuando más de 120 países están viendo la misma telenovela y escuchando diariamente el tema, uno se acostumbra. Por eso no es extraño que Jesse & Joy acaparen las portadas de los diarios en España esta semana. ¡Hasta los periódicos de Turquía, donde sus temas son cantados fonéticamente, los incluyen en sus portadas, describiéndolos como un excelente dúo!

Las disqueras saben que tema de telenovela que toquen, casi siempre se pega. Pero ahora hay no tan solo un tema del culebrón, sino una canción para cada pareja romántica de la trama. Esta es una forma muy ingeniosa de ayudar a la alicaída industria del disco, y eso Jese & Joy lo han sabido capitalizar.

Trovadores:  Asciende nueva cepa

Quien lo hereda no lo hurta. Ese es el caso de la niña  Daniela Colón, hija del joven trovador Luis Daniel Colón, quien fue descubierto por el fallecido Tony Croatto   y se convirtió en uno de los mejores de su género.

Daniela canta superbién, muy afinada, y además   improvisa, es muy simpática y el público se deleita con  su alegría y tremenda voz.

Luis Daniel, por su parte, tiene una escuela de niños trovadores y es el vivo ejemplo de su mentor, enseñando a otros y siguiendo  la tradición.

Apunte ese nombre: Daniela Colón. No dudemos que pronto sea la nueva “Calandria” de Puerto Rico. Con su voz, carisma e inocencia de niña, triunfará dondequiera.

Ah, y los ojos de su padre brillan como dos luceros cuando la ve cantar. Pa’lante, Daniela, que talento hay de más.