La historia de Dayanara Torres como Miss Universo no cumple 30 años. El orgullo de Toa Alta cumple por lo menos 31 años desde el momento en que sus promotores Víctor y Javier la llevaron a la peluquería de Magaly Febles y ésta tuvo la visión de cómo la transformaría en una reina... y así fue.

Una de las acciones más urgentes que había que tomar era cambiarle el color del cabello, que lo tenía amarillo y un poco maltratado. Como excelente peluquera, Magaly fue poco a poco trabajando el cabello para que no se le partiera y que fuera el color exacto que le resaltaba sus facciones, sobre todo sus ojos, para convertirla en la próxima Miss Puerto Rico.

Una tarde, Dayanara llegó a la peluquería para uno de sus primeros entrenamientos y Magaly me la presentó diciendo, “mira a la nueva Miss Puerto Rico, ella es la que va a ganar”.

Yo la miré, todavía tenía el cabello amarillo, me reí y le dije en tono de broma “mira mi’ja, eso ella se lo dice a todas las que prepara”.

Dayanara puso una cara… Creo que le caí mal en ese momento, pero después vio que todo era una broma.

Pero no fue fácil, Dayanara puso mucho de su parte y no faltaba a los entrenamientos. Para aprender a bajar y subir escaleras utilizaban de pasarela las escaleras que subían al segundo piso del negocio, donde Magaly y su esposo Mike Shames tenían sus oficinas.

Mike, que en paz descanse, también trabajó en el entrenamiento y se sentía orgulloso de que Dayanara aprendía rápidamente, tipo esponjita. Mike verificaba el acento y que la pronunciación en inglés fuera lo más correcta posible.

Cambios de corte y color del cabello, enseñarle a maquillarse sola, postura, etiqueta, pasarela, clases de inglés y mucho más... Todo ese tinglado con gente allegada a Magaly que sabían la gran responsabilidad que tenían en sus manos. Estos fueron los que hoy junto a la creadora de la imagen de Dayanara deben estar celebrando. Magaly fue la visionaria desde el primer momento. Todos los que ella reclutó deben estar celebrando también por un trabajo bien hecho, por una gran reina que se ha mantenido fuera de los escándalos y que luce guapísima por dentro y por fuera.

Recuerdo que cuando regresaba con su corona desde México hizo escala en Miami y una de sus ilusiones era conocer a Chayanne. Para sorpresa de ella, una compañera periodista se lo dijo al niño de San Lorenzo y lo llevó a conocerla, esa fue una de las primeras grandes alegrías que tuvo al comienzo de su reinado. El cantante le habló de lo difícil que era ser famoso y lidiar con la vida familiar y que no perdiera su esencia.

Curiosamente, a los varios años ambos trabajaron juntos en la película ¨Linda Sara¨.

Pero contrario a otras ganadoras, Dayanara apostó a cantar y bailar. Luego de concluir su reinado aceptó un contrato con la televisión de Filipinas y se convirtió en lo que ellos llamaron la “Dancing Queen”. Ella tenía su propio programa juvenil, la gente la adoraba y ella siempre ha tenido un amor especial por ese país.

Videos de la época nos enseñaban lo mucho que la gente la admiraba y quería. Pudo haberse quedado allá, donde se decía que tenía novio, cosa que ella me negaba, pero se reía. Al regresar a Estados Unidos su vida cambió.

La llegada de Marc Anthony a su vida dio un giro y el resto de la historia la sabemos: boda en la Catedral de San Juan, recepción en Ballajá, unos años de felicidad y otros no tanto.

Superó el cáncer y es ejemplo para muchas. Su fuerte siempre ha sido el baile y ganar “Mira quién baila”, de Univisión, no fue sorpresa, aunque tuvo que batallar contra de varios participantes fuertes.

Pero Dayanara nunca le ha tenido miedo ni al trabajo, ni a aprender; como decía Mike, ella era una esponjita y eso lo seguimos viendo.

Dayanara, celebra tus 30 y más, pues esos meses anteriores a tener la corona en la cabeza son los que te dieron la base para convertirte en una gran mujer, una gran madre y, sobre todo, una gran puertorriqueña.

Felicidades Yari, celebraremos contigo en Toa Alta el próximo domingo.