Súbete a mi moto… No se montó en una motora, sino que armó una caravana de ayuda. Me refiero a Johnny Lozada, quien llegó ayer en la mañana y nuevamente le dijo presente a Puerto Rico, en momentos de dolor.

Junto a un grupo de amigos llevaron 1,000 almuerzos al refugio del Estadio Paquito Montaner, en Ponce, y repartieron más con personal de ODSEC en otros tres refugios de comunidades en la carretera PR-10.

“Se me ocurrió ayudar a la gente como en María, pero de una manera distinta, sin mucho alboroto o esperando por otros. Quería hacerlo de una manera eficiente y llevarla a donde de verdad se necesite. Busqué varios amigos, llamé a otros y traimos una paella de carne para 1000 personas, agua y refrescos fríos. La gente es muy agradecida. Me impresionó el campamento, pues los militares te escoltan para todo, hay mucha seguridad y tú quizás has visto esto en una película, pero no en la vida real”, dijo Johnny.

La gobernadora Wanda Vázquez, que estaba visitando el campamento, le explicó lo que están haciendo con quienes perdieron sus casas. Una de las grandes preocupaciones es la reubicación lo más pronto posible para tratar de lograr que comiencen a estar nuevamente en comunidad. La gobernadora le dijo a Johnny que en Ponce los refugiados del campamento llenaron los documentos de FEMA para acelerar el proceso de reubicación, lo más importante aparte de la situación sicológica de estos.

Mientras entraba a las carpas, la gente lo llamaba y lo abrazaba. La alcaldesa de Ponce, María “Mayita” Meléndez, le dio la bienvenida y las gracias por llevarle comida caliente a los refugiados.

Una señora se acercó al cantante y le dijo que hacía semanas que no tenía un refresco frío en sus manos y que ese gesto nada más era un gran regalo para ella.

“Yo me enteré por las redes sociales de los primeros temblores, no estaba en Miami. Un amigo chileno me dijo que eso era nada, que en su país es común, pero allí las estructuras aguantan hasta un 8.9, pero en la Isla no. Tenemos que pensar en la situación sicológica de la gente, su casa destruida, tener que dejar todo, no poder entrar a recoger las cosas que tanto atesoras, dejar atrás años de trabajo y esfuerzo. Posiblemente ni regresen al barrio o lugar donde vivían; es volver a empezar. Eso lo hace más difícil”, indicó.

Johnny participó junto a sus compañeros de Menudo en las Fiestas de la Calle, en Orlando, con el Súbete a Mi moto Tour el pasado fin de semana, donde vieron que los boricuas allá están muy apenados por todo el dolor que hay en la Isla.

“No todo puede ser pena, hay que ayudar a los damnificados, pero al pueblo hay que alegrarlo. No todo puede ser malo, hay ver los ejemplos que están a nuestro alrededor, hay que ayudar y aprender de esta experiencia y decir: ‘estoy vivo, contra’ ”.