Muchas personas quedaron sorprendidas cuando vieron que la animadora de La noche es nuestra, Juliana Ortiz Ríos, era la portavoz al momento de la excarcelación de Ashley Torres Feliciano.

La chica que el Proyecto Inocencia llevó de la mano hasta conseguir su libertad condicional fue alumna, durante tres años, de Juliana, quien además de animar es bailarina y creó el programa Por Amor al Arte.

“Desde el 2006, doy clases de movimiento creativo en las cárceles. Aplico la sicología al baile y la conducta de las personas cambia. Una amiga estaba haciendo una tesis doctoral sobre la modificación de conducta a través del baile. Lo trabajamos y, efectivamente, esto lo pudimos probar con muy buenos resultados. Doy clases en las cárceles. He tenido jóvenes de 13 a 18 años y, en el caso de Ashley, era la más joven de su grupo y una de las mejores. Las chicas llegan a la clase y, si no les gusta, se van. En el caso de ella, era todo lo contrario, disfrutaba lo que hacía. Trabajamos con la postura, con el trabajo físico y mental, y ella tiene muchísimo talento”.

“A ella le tocaba limpiar el centro del módulo y agarraba una escoba y un mapo y comenzaba a bailar ballet. Era de las más entregadas al baile y desde el principio se destacó”, comenta Juliana.

Juliana en una de sus clases en la cárcel donde tuvo a Ashley.
Juliana en una de sus clases en la cárcel donde tuvo a Ashley. (Suministrada)

En un reportaje, Ashley aseguró que las clases habían sido importantes para ella y que le habían servido de disciplina y ayuda en su deseo de superarse y luchar para ser la mejor en lo suyo.

¿Como te conviertes en la portavoz de este caso?, preguntamos.

“Llevo tiempo llevando a estos grupos de baile a festivales de danza e, inclusive, en la presentación de Farruko en el Coliseo participó un grupo de confinados. Mientras animaba el programa La noche es nuestra en Mega TV, nos fue a visitar una abogada del Proyecto Inocencia y me preguntó si podía hacer una carta de recomendación. La actriz Elia Enid Cadilla, quien también le había dado clases, y yo la hicimos resaltando su disciplina y su disposición en cada clase. Siempre le gustaba bailar al frente, era bien competitiva. Así que ellos presentaron nuestras cartas y el Proyecto Inocencia hizo un gran trabajo. Ayer hablé con ella y me dijo que estaba pensando en las muchachas que se habían quedado en la cárcel. Es una chica noble”, asevera.

Juliana ha ido más allá de ser su maestra de baile; está ayudando a que Ashley mejore las condiciones del lugar donde residirá y la Fundación Carlos Delgado ya dijo presente. Ella quiere estudiar y trabajar. Todo el que quiera ayudar es bienvenido.

No dudemos que la historia de Ashley se convierta en una miniserie o hasta en una película. Hello, gracias.