Ha sido la villana de La tempestad y Amor bravío, pero en la vida real es un cascabelito, alegre y nada de mala. La boricua Laura Carmine es una de las nuevas actrices que ponen el nombre de nuestra isla en alto, trabajando sin parar. Actualmente graba De que te quiero, te quiero y muy pronto podría entrar en lo que ella misma cataloga “una telenovela que siempre he querido hacer”.

En exclusiva con Primera Hora, Laura nos habló de todo, incluidos los besos a los galanes de moda. Julián Gil, Juan Diego Covarrubias, Eduardo Santamarina, Flavio Medina y, por supuesto, William Levy.

“Las escenas de besos son incomodísimas, de verdad. Con Julián, como tengo confianza, fue más fácil, pero los demás no creas. Aunque saquen al personal del foro y te quedes con la gente necesaria para grabar, todavía tienes camarógrafos, coordinadores, directores. Lo importante es que ensayes bien lo que vas a hacer para que la escena quede de una sola toma. Tú sabes que no estás sola con William Levy y, por más respeto y confianza que tengas, no es fácil. Las escenas de amor y besos en los foros es más cómodo que en exteriores. Cuando me toca besar al esposo o novio de una amiga, me da pena, es muy incómodo para mí. Lo mejor de las escenas de amor y besos es cuando te dicen: ‘¡Corten!’”, comenta riendo.

Para Laura han sido dos años sin parar: Amor bravío, luego protagonizó Ni contigo ni sin ti, estuvo en Por ella soy Eva y luego llegó la terrible “Estercita” de La tempestad.

Me imagino que la gente te odiaba como la chica caprichosa.

No creas, la gente entiende que ella estaba obsesionada con el protagonista. Ven que es tu trabajo y alguien lo tiene que hacer.

Sobre sus compañeros, dice: “Aparte de Julián, adoro a Flavio Medina, con quien hice pareja en Amor bravío. Es placentero trabajar con él; le sacas el jugo a la actuación. A Flavio lo amo con todo mi corazón”.

Dicen que Sylvia Navarro, la protagonista de Amor bravío, no es monedita de oro.

Me habían dicho que era difícil, pero conmigo no. Es una gran actriz y cuida mucho su vida privada; no está con chismes. La respeto y admiro por eso, y es tan buena actriz, que te reta cuando haces las escenas con ella. Yo era su hermana ‘Ximena’; odiaba y envidiaba a ‘Camila’, pero solo en la telenovela. Fuera de ella, nos llevamos muy bien.

Aunque lleva seis años viviendo en México, lee los periódicos de Puerto Rico. “Se me quedó lo de publicista. Lamentablemente, lo del crédito y la devaluación de los bonos es fatal para todos. Ahora ves cómo los políticos se culpan unos a otros, pero hay que trabajar para mejorar la economía, para levantar el país, un país trabajador, hospitalario y alegre”.

Laura reza y se prepara para lo que ella llama la telenovela que siempre ha querido hacer.

“Hice el casting y espero entrar, pero si no, hago película y teatro. Quiero comprar una casa y disfrutar la vida”.

¿Estas hablando de La malquerida, producida por “el Güero” Castro ?

No estoy autorizada para decir. Pero yo sí soy bien querida (ríe a carcajadas).

Laura nació en Filadelfia, se crió entre Cayey y Cidra y es un ejemplo de superación de quien nos sentimos orgullosos.