La animadora de Sal y pimienta, Lourdes Stephen, tuvo su gran momento en la final de Nuestra Belleza Latina. La animadora estuvo, junto con sus compatriotas Francisca y Clarissa, en los segmentos que medían talento frente a las cámaras. 

Mientras esperaba su participación en la final del reality, hablamos de su trayectoria. 

“Esta carrera hay que llevarla muy bien y ser consciente que no es para siempre. El público puede quererte hoy, y pasa algo y se acabó. Es un gran orgullo para nosotros el que dos dominicanas hayan llegado a la final. Normalmente ellos no votan mucho, pero este año ha sido muy distinto”, aseveró. 

De hecho, tuvo que hacer cuatro cambios de ropa esa noche incluyendo los dos de las comedias. 

Lourdes bromeaba con sus colegas periodistas, mientras algunos apostaban  –sin dinero– a ver quién ganaría. Cuando sacaron a Clarissa, Lourdes se le acercó para darle ánimos.  

“La vida no acaba aquí. Tiene un gran potencial y venció el miedo que le tenía a su padre, quien no quería que ella participara.  Desde muy chica se crió con su padre”, nos comentó.  

Lourdes se prepara para echarle “sal y pimienta” a los nuevos realities,  incluyendo La Banda y, por supuesto, a los eventos especiales de la cadena Univision. 

Cuando ganó Francisca,  su grito de alegría se escuchó claro y fuerte. De hecho, de cierta forma la ayudó a ganar al participar junto a “Mela” (personaje creado por Francisca) en la comedia que recrearon. De hecho,  en la vida real Francisca vendía ollas en Nueva York.

Le encantó vivir en Puerto Rico


En la final de Nuestra Belleza Latina, también nos topamos con Alan Tacher, quien me comentó que le hacía falta el coquí de Puerto Rico y la alegría de los boricuas. Luego de vivir casi cuatro años aquí, el animador nos aseguró que este año podría venir para compartir con los amigos que dejó acá.

Alan vivió en la Isla mientras animaba, junto con Rashel Díaz, Levántate de Telemundo.

“Puerto Rico es maravilloso, y el tiempo que pasé con mi familia allá es inolvidable. El estar diariamente al aire, y los viajes por cuestiones de  trabajo, le complica la vida a cualquiera, pero me encanta lo que hago en Despierta América con compañeros de diversas nacionalidades. Eso enriquece el programa. Yo quiero estar en la televisión con la elegancia de Don Francisco, que llega  al corazón de la gente con su gran carisma. Trata al público con gran elegancia, es amable, atento. Es un maestro y todos tenemos que aprender de él. Su trayectoria es impecable y por eso la gente lo adora”.

Alan no descarta animar otros programas y aseguró que, ahora mismo, en Despierta América su reto, a nivel de noticias, es estar preparado para comentar, analizar y reaccionar inmediatamente a cualquier información. 

“Ahora no basta con saber qué dicen las redes o informes noticiosos;  hay que estar  seguro de lo que vas a decir por tu credibilidad, y hay que verificar la información que te llega. También hay que mirar bien pues, de repente, es algo confuso o una mentira. El programa es en vivo y  ese es uno de los grandes retos”, concluyó.