Marisol Malaret es una de las personas que más publicidad le  ha dado a Puerto Rico.

No tan solo ganó hace 50 años el primer cetro de Miss Universo para la Isla, sino que siempre la quieren aunque no la conozcan.

El gobernador Luis Muñoz Marín vio en ella una líder y su carisma es innegable. Por ello no fue un secreto que el Partido Popular quería que aspirara a la alcaldía de  San Juan y el gobernador de Nueva York, Nelson Rockefeller, quería que se mudara allá a trabajar con los boricuas en la Gran Manzana.

Pero ella, de la mano de Paquito Cordero, se quedó en la Isla y en el programa Noche de gala cada jueves presentaba lo mejor de la música popular junto a Eddie Miró, así como lugares bellos para que turistas nos visitaran. 

Aunque la vi en una carroza cuando ganó y la llevaron a Ponce,  fue en Telemundo donde nos conocimos y nos hicimos muy amigas. Una gran amistad que me llevó a trabajar con ella en la Revista Imagen y luego en Caras. Pero Marisol siempre ha tenido ese deseo de ayudar pues, como dice, viene de cuna humilde y se superó. 

Así comenzamos un programa de radio diario donde escuchaba las historias de la gente y al concluir se preocupaba por conseguir la ayuda que le pedían.

Muchos ejecutivos de radio no entendieron que ella era como una procuradora del ciudadano. Aunque quería regresar a radio, la realidad es que siempre se quedó con esa espina y seguir ayudando a su pueblo.

Marisol es tan desprendida que una réplica de la corona de Miss Universo  y la cinta que la acompañó a todo los lugares que visitó siendo la mujer más bella del universo la donó a SER de Puerto Rico para que la subastaran. Tuve la oportunidad de comprarla y están en un lugar muy importante en mi residencia.

Pero no todo ha sido color de rosa en su vida; gente mala y con deseos de fastidiarla regaron rumores infundados. Si fuera por algunos, con sus comentarios de que le quedaban meses de vida, ya estuviera siete metros bajo tierra. Tuve el privilegio de hacerle una entrevista a fondo y decir la verdad ante miles de televidentes. Esto siempre se lo agradeceré, esa confianza que siempre ha tenido en mi. 

Pero su mejor trabajo no ha sido como reina, ni como directora de revistas o empresaria, sino como madre de Sasha, una chica con la cual también tuve el privilegio de trabajar y quien ocupa todo su espacio, al igual que su esposo Frank.  Ha habido cinco Miss Universo, pero como Marisol ninguna … Lo siento, así somos.