La situación de Raphy Pina es muy lamentable. No vamos a juzgar si es culpable o inocente, eso le toca al Tribunal Federal. Independientemente de lo que suceda, unos creerán que es culpable y los otros dirán que saldrá bien por influencias o por dinero.

El daño que se ha hecho a su imagen es innegable, aunque tiene una buena relacionista como Uka Green, que ya está amortiguando los daños.

Conocí a Rafael Pina, padre ( q.e.p.d ), un caballero dominicano muy responsable. Llamaba la atención por su altura y siempre estaba de punta en blanco. Fue un visionario con la salsa y el merengue; ayudó mucho a artistas como Milly Quezada y Manny Manuel, por mencionar sólo algunos.

“Rafa” hizo una buena mancuerna con Ralph Mercado (q.e.p.d), el entonces “todopoderoso” de RMM Music. Se convirtieron en los midas de la música tropical, en Puerto Rico, República Dominicana y Nueva York. Muchos artistas entraron por primera vez a República Dominicana de la mano de Rafa Pina. Trabajar con él era una delicia, muy profesional, el dinero estaba seguro y ayudaba a los artistas.

A la muerte del patriarca de la familia, sus hijos, Raphy y Víctor, siguieron sus pasos. Raphy se convirtió en el eje motor de la compañía de su padre. Comenzaron a llegar nuevos exponentes de la música, entre éstos del reguetón, y él comenzó a grabarlos y manejarlos. Víctor, por su parte, hacía coros y participaba en las grabaciones.

Al principio, Raphy escuchaba mucho a la gente que trabajó con su padre y se convirtió en una esponjita que todo lo aprendía. Pero, en el mundo del reguetón no todo es color de rosa. Comenzó a pisar callos a muchos. Se crearon muchos enemigos a su alrededor y cuando su estudio fue quemado, algunos le comentamos que tuviera mucho cuidado. Mudó sus cuarteles de Cupey a Caguas. Ah, pero líos de faldas nuevamente lo llevaron a la palestra pública por situaciones de supuestas agresiones ocurridas en Palmas del Mar con su ex, curiosamente, en la residencia donde los federales indican que se hizo fraude y lavado de dinero.

Raphy comenzó a subir como la espuma, su ganga de artistas apantallaban juntos en tarima en los Premios Juventud o en Lo Nuestro. Con el éxito llegó un poco el mareo de la popularidad, mujeres y dinero, viajes en jet privados, etc. Posiblemente, por falta de un buen guía como su padre, Raphy no supo quiénes son sus amigos y quiénes no.

Los que tiene a su lado celebraron que le había quitado a Tony Dize a Wisin & Yandel. Rafi después se dio cuenta por qué éstos no lo querían en su compañía; pero ya había pagado mucho dinero por su contrato. Hace varias semanas fanfarroneaban porque le había quitado a Arcángel a doña Carmen, la madre de éste, quien lo manejaba.

Este tutazo que acaba de recibir, lo baja de la nube en la cual algunos lo ayudaron a encumbrar y posiblemente olvidarse de las enseñanzas de su padre. Lamento que haya sido de esta manera, pero, Raphy, es de sabios rectificar. Si es culpable, que pague; si no, que salga bien, pero tanto él como sus artistas tienen que aprender que nadie está por encima de la ley.

Si su padre viviera, ciertamente estaría deshecho al ver esto. Rafi, hay que bajar la cabeza de vez en cuando y no vanagloriarse de lo que tenemos o le hacemos a un colega. Tú mejor que nadie sabes a qué me refiero.