Si usted pensaba que la demanda contra Ricky Martin por más de $3 millones le podía dañar la imagen y su carrera, creo que ni con esos millones le limpian el huracán que llegó con la solicitud de la Ley 54 por parte de un joven, acogida favorablemente por el Tribunal de San Juan hasta el día de la vista.

No sabemos si ambas situaciones legales son ciertas, pero siempre habrá gente que lo crea y otros que no.

Cuando vi lo de la demanda de Rebecca Drucker radicada en Los Ángeles, por una supuesta deuda, me extrañó mucho. Hasta donde conozco, ella no tan solo era manejadora, asesora, apaga fuegos y confidente del astro boricua, era del círculo más cercano a éste.

El que la demanda de Rebecca tenga datos específicos, como que ella le ayudó a buscar un abogado para una situación en el 2020 que podía acabar con su carrera, es importante. Para esa fecha ya Ricky estaba casado con Jwan Yosef, tenía a los gemelos, a Lucía y a Renn. En otras palabras, que Rebecca sabía que su imagen tenía que ser superlimpia pues es un padre de familia.

Desde que vi la demanda pensé que tenían que buscar a alguien que trabajara con “situaciones de crisis”.

Al ver el comunicado de Helga García de Perfect Partners, vimos que Ricky regresó a sus raíces con la persona que le ha apagado fuegos desde Menudo. Ella fue super fan freak del grupo. Cada vez que salía algo en películas o informaciones que lo afectaban, ella llegaba cual bombero apagando fuego.

Hasta ahora, Helga ha conseguido limpiar cualquier mancha que tuviera, le tiraran, inventaran o hasta noticias creadas por malas decisiones. Pero ahora quien lo acusa tiene nombre y apellido. Fue muy allegada al artista y eso lo hace más vulnerable. Sabe mucho de su vida, sus cosas y hasta situaciones, que posiblemente ni Jwan conoce.

Si conozco bien a Helga tratará de aconsejarle que ni el caso de Rebecca Drucker, ni el del joven que solicitó Ley 54 lleguen a corte. Es mejor un buen acuerdo extrajudicial que un juicio donde salgan situaciones que te destruyan por el resto de los días. Es mejor no exponer la vida de Ricky públicamente. Cualquier cosa le hará daño, sus detractores y los hatters de las redes lo quemarán. ¡Ah!, y tiene conciertos en Los Ángeles en julio.

Pero lo que se va a lacerar es la imagen de benefactor de niños, especialmente en Loíza, Puerto Rico, o los niños de India, que supuestamente también ayuda. La Fundación se creó para combatir la trata humana y ayudar en la formación de una mejor sociedad. Y ahora algunos quizás dirán como él dijo un día: “Ricky, renuncia”.

No va a ser fácil recaudar fondos para la Fundación, ni que la Asamblea Legislativa de Puerto Rico le asigne uno o dos millones, como ha hecho otros años.

Quizás alguien le recomiende que resuelva todo rápido y con dinero. Si va a juicio y tiene pruebas contundentes, ganaría todo. Pero llegar a dos juicios y perder ambos, eso sí que le afectaría totalmente, además este tipo de juicio tarda mucho tiempo y tampoco le conviene.

Ricky está en la mayor encrucijada de su vida, y cualquier paso mal dado..