Ayer en la tarde todo era una carrera contra el tiempo para las tres estrellas que pasaron a la final de Mira quién baila. Reuniones, terapias para Johnny Lozada, cambios de vestidos de Marjorie de Sousa… la lista era larga y tendida. Todo para que la final quede de show y cada uno se luzca.

Pedro Moreno tiene una fanaticada grande entre las chicas, pero hay que recordar que es un reality de baile y no de simpatía. La suerte ya está echada y solo esperamos el próximo domingo para saber quién ingresará al club de ganadores de Mira quién baila.

Si gana Johnny, será el segundo boricua en ganar. Si, por el contrario, es Marjorie o Pedro, será la primera vez que algún representante de Venezuela y Cuba, respectivamente, se lleve el título.

Como bien dijo Mane de la Parra: “Señores, todos somos latinos y eso es lo que importa”.

¡Cantante timador!

Cuidado si alquilas una casa en una urbanización nice y te crees que, por ser a una figura pública, te la cuidará. 

Sucede que esta señora muy buena gente le alquiló la casa a un cantante y a su esposa en una urbanización en Gurabo. Al principio todo fue peaches and cream. La casa estaba nítida, brand new. La esposa o compañera del salsero le dijo a la casera que su marido estaba de viaje y que no podía firmar el contrato. Ésta es una forma de no comprometerlo a él. ¡Ah!, pero la esposa dio la cara en todo hasta en el documento de alquiler.  

Pasaron los meses y el cheque de la renta se atrasaba o no llegaba. La esposa le daba excusas a la casera diciendo que el marido estaba cantando con una orquesta fuera de Puerto Rico y ella no tenía dinero. Mentira, los velaron y tomaron fotos de ellos juntos. 

Cuando la casera fue al tribunal y finalmente tuvieron que abandonar la casa, al llegar el emplazador a entregarle los documentos,  la esposa nuevamente dijo que él no estaba. Ah,  pero el nene de la pareja delató al padre que salió del cuarto asustado.  

Para acabar de completar, al dejar la casa por orden del tribunal escribieron en las paredes, rompieron los gabinetes y los espejos. En fin, descargaron toda su ira con todo lo que había en la casa. Las fotos que nos mostraron lo confirman.  

Ahora  ellos volvieron con el mismo modus operandi y se mudaron para una casa precisamente en Gurabo. Esperemos que no hagan lo mismo, aunque por lo que hemos escuchado se asegura que les gusta vivir bien, pero no pagar renta. Por ello no dude que vuelvan al tribunal.  

Cantante, cuidado que te están siguiendo los pasos y pronto podrías cantar en la cárcel, si es que los tribunales de este país se ponen las pilas y te meten pa’ dentro por timador. Menos mal que tienes cara de no romper un plato. Del agua mansa líbrame Dios.