La generosidad de la nueva presidenta de la Cámara de Representantes, Jenniffer González, a la hora de contratar a sus madrinas políticas, Zaida "Cucusa" Hernández y Heidi Wys, raya en la desfachatez.

Hay que tener tupé para atreverse a otorgarle un contrato que sumará $168,000 en un año a la recién jubilada jueza de apelaciones y ex presidenta cameral, y otro que alcanzará $120,000 a Wys, a la vez que se bota a una enfermera dizque por economías.

Valiente cambio el que realizó el país. Para parafrasear el dicho, salimos de Guatemala y caímos en Guatepeor al reemplazar a José Aponte Hernández, a quien muchos creían el peor presidente que había tenido la Cámara, con González, que ha demostrado con esos dos contratos que no tiene fuerza moral para investigar los gastos de la administración Acevedo Vilá.

Veamos el detalle de estos contratos. En el caso de Wys, mano derecha de Hernández cuando presidía la Cámara, González la trae como jefa de personal con un contrato de $60,000 hasta el 30 de junio. Presumimos que para el segundo semestre del año recibirá otro tanto. Con esa posición, Wys debe haber sido quien recomendó los despidos de empleados de menor rango que se realizaron la semana pasada, incluido el de la enfermera, con la excusa de que había que hacer economías.

Y, ¿para qué había que ahorrar? Bueno, para pagarle el contrato de $84,000 por seis meses a Cucusa Hernández por "servicios legales". ¿Podría ser la señora presidenta un poco más específica con el país y explicarle qué trabajo legal es el que va a realizar su nueva asesora? ¿Acaso fue ella la que vio las implicaciones de los despidos recientes?

Pero, en el caso de Cucusa Hernández el asunto es más serio. Se trata de una persona que se retiró el año pasado como jueza del Tribunal de Apelaciones, en el que devengaba un salario de $105,000 al año. Habida cuenta de que cumplió con los requisitos de edad y servicio, su jubilación debe reportarle el 75 por ciento de su sueldo, que se traduce en $78,750.

Y eso no es todo. La ex jueza tiene desde septiembre pasado, inmediatamente después de que se retiró, un programa radial de "análisis político" por el que presumimos que cobra más o menos lo que otros comentaristas de otros programas y emisoras: unos $5,000 mensuales.

Sumemos, amigos y amigas. Estamos hablando de un paquetito de unos $300,000 al año. Olvídese usted de la recesión. Eso es para los empleados de menor nivel. No incluye a los miembros de la Asamblea Legislativa. Ellos hacen las leyes y, como dice el refrán, el que hace la ley...