El alcalde de Guaynabo, Héctor O'Neill, parece haber dado al traste con los planes del gobernador Luis Fortuño de poner nuevamente al exrepresentante Edwin Mundo en el cargo de comisionado electoral del Partido Nuevo Progresista a pocos meses de unas elecciones cruciales en las que el primer ejecutivo está perdiendo en las encuestas.

O'Neill destapó la olla contra su correligionario representante penepé Ángel Pérez cuando se hizo evidente que el hábil Mundo, que desde el "instituto electoral" del PNP no ha dejado de manejar los hilos de su partido en la Comisión Estatal de Elecciones, tenía las manos metidas en la lucha entre el actual legislador y el candidato primarista que favorecía el alcalde para reemplazarlo en la Cámara, Antonio Soto.

O'Neill es un zorro viejo y se olió de inmediato un chanchullo que acabaría con sus planes de desbancar a Pérez del escaño del Distrito Representativo 6 de Guaynabo, en el que se ha demostrado que ni siquiera reside.  Por eso saltó como saltó y "desembuchó", como él mismo dijo, su denuncia contra Mundo.

Mundo reaccionó ofendido y anunció que ya no aceptaría volver a ser comisionado electoral del PNP, un cargo al que se había comprometido con Fortuño a asumir oficialmente a partir de julio.

¿Porqué no antes? Pues porque Mundo y su compañía KEM Consulting Group se ha "jartado", literalmente, este cuatrienio, con contratos a tutiplén que suman casi $3 millones. Eso sin contar con el milloncito que se ha agenciado aparte su esposa, la exreportera radial Betsy Rivera, bajo el manto de otra corporación denominada Estrategia Communications.

Los contratos vigentes vencen el 30 de junio, al término del año fiscal, y se presume que no serían renovados para fabricar una defensa contra denuncias de conflictos de intereses.

Ya el exlegislador tuvo un encuentro cercano con la ética cuando consiguió a principios de este año que la presidenta de la Cámara, Jenniffer González, bajara suave contra el representante José Luis Rivera Guerra en el lío de sus propiedades de Aguadilla y Moca, lo que provocó que la speaker saliera chamuscada del asunto. Ambos, González y Rivera Guerra, son clientes de Mundo, igual que lo es el representante Pérez de Guaynabo.

De hecho, según el Registro de Contratos de la Oficina del Contralor, Mundo había acumulado este cuatrienio contratos por $1,347,400 en la Cámara de Representantes.

También sumaba jugosos contratos con varios municipios, como el casi quebrado Toa Baja, cuyo alcalde Aníbal Vega Borges le dio $120,000. Yabucoa, Vega Alta y Camuy aparecen igualmente contratando a Mundo por un total conjunto de unos $200,000.

Pero eso no es todo. El Departamento de Transportación y Obras Públicas y la Autoridad de Carreteras le comprometieron más de $300,000, la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados otros $169,000, el Banco de Desarrollo Económico $156,000 adicionales, y la Administración de Vivienda Públca, $190,000.

La lista es larga y también incluye a la Corporación para la Difusión Pública con $40,000; el Cuerpo de Bomberos con $108,000; la oficina del Ombudsman con $140,000 y la Autoridad para el Financiamiento de la Vivienda con $63,000.

Los contratos de Estrategia Communications, la otra empresa de la sociedad de bienes gananciales de Mundo y Rivera, ascendían a $942,391.

Ahora, liberado de su promesa de volver a la CEE como comisionado electoral para el proceso eleccionario de este año, Mundo anuncia que participará abiertamente en el recuento de votos del Distrito 6 en favor de su cliente, el representante Pérez.

Los primeros disparos sonaron dos días después de la primaria, en la que Soto terminó al frente, cuando de pronto apareció perdiendo por 31 votos. Tras el estallido de O'Neill y la reacción ofendida de Mundo, Soto volvió a ponerse al frente efímeramente.

Así las cosas, en el resultado final del recuento, no lo dude usted, habrá un Mundo de diferencia entre ambos candidatos. Sólo quedará por ver cuánto daño colateral provocará la escaramuza.