Una de las cosas que más me gustó escuchar de Iván Rodríguez en su mensaje del pasado domingo cuando fue exaltado al Salón de la Fama, fue cuando públicamente reconoció a Atanasio "Tany" Pérez como otro miembro de Cooperstown que debe ser contado como de Puerto Rico.

Coincido con ese reconocimiento, aunque tengo claro que Pérez, el exjugador de los Rojos de Cincinnati y padre del también ex grandesligas Eduardo Pérez, nació en Ciego de Ávila en Cuba.

Pero también es cierto que desde temprano en la década del 1960, antes de hacerse el gran primera base de la Maquinaria Roja, éste hizo residencia en Puerto Rico luego que en su natal Cuba quedará prohibido el profesionalismo en el deporte debido a la revolución cubana liderada por Fidel Castro. 

Además, mientras jugaba pelota invernal aquí con los Cangrejeros de Santurce conoció a su esposa Juana ‘Pituka’ de la Cantera, quien es descendiente de cubanos pero se había criado en Puerto Rico.

Así las cosas, por muchos años en Puerto Rico se consideró a Pérez como otro jugador puertorriqueño y así mismo se consideraba y considera él, aunque sin nunca negar sus raíces cubanas.

Y en ese sentido, cuando Pudge Rodríguez reconoció el domingo el honor que sentía de acompañar en Cooperstown al inigualable Roberto Clemente, y a los no menos grandiosos Peruchín Cepeda y Roberto Alomar, Iván se creció al también reconocer como boricua al “Big Dog” de los Rojos. A mí eso me emocionó.

Y estoy seguro que Rodríguez lo hizo porque como yo y de seguro miles de chamaquitos que jugamos béisbol de pequeñas ligas en los ochentas siempre escuchábamos hablar de "Tany" como otro de los nuestros en las Grandes Ligas. No solo se hablaba de él, sino que también lo veíamos jugar en la liga invernal boricua. En fin, "Tany" Pérez es otro de #LosNuestros.