En tiempos en los que recibir créditos por los éxitos alcanzados le ganan en el deporte millones al elogiado, pocas veces se ven casos en que personas honestamente humildes se atreven a reconocer la verdad sobre una gloria que la haya sido erróneamente conferida.

Pero tal no es el caso del entrenador de los Warriors de Golden State, Steve Kerr, quien esta semana ofreció crédito a su antecesor en la posición por la gran defensa que tiene su equipo.

Consultado sobre cómo logró construir a un equipo tan bueno defensivamente sin afectar su ofensiva basada en juego de corrido y rapidez, Kerr sorprendió a todos con su respuesta.

“No lo hice yo. Lo hizo Mark Jackson. Honestamente”, reveló Kerr.

 Jackson, de origen dominicano y exjugador de varios equipos incluidos los Pacers de Indiana y los Knicks de Nueva York, fue dirigente de los Warriors entre el 2011 al 2013. Al asumir la dirección heredó un equipo de cultura perdedora que el año antes había registrado marca de 36-43 y  que en su primer año empeoró a récord de 23-43. Era un equipo que ya contaba con Stephen Curry pero cuando no era vislumbrado como capaz de llegar al nivel que ha llegado aparte que en ese primer año de Jackson sufrió una seria lesión que le permitió solo jugar en 26 partidos.

 Ya en su segundo año frente a los Warriors, la cosa mejoró al sumar a los novatos Draymond Green y Klay Thompson y cerrar la temporada con balance de 47-35 avanzando en los playoffs hasta la segunda ronda, y luego en su tercer año continuaron su crecimiento jugando para 51-31 aunque se eliminaron en la primera ronda de los playoffs ante los Clippers.

  Para el año siguiente, cuando Curry, Thompson y Green se acercaban a su momento de explotar, la gerencia despidió a Jackson y lo reemplazó con Kerr, quien guió al equipo a su primer campeonato en 40 años luego de terminar la fase regular con balance de 67-15. Y como todos saben, un año después quebraron la marca de juegos más ganados en una temporada.

 Todo a base de gran ofensiva, madurez de sus jugadores y buena defensa. Una que la heredó de Jackson.

“Mark fue quien cambió la mentalidad de este equipo para ser un fuerte en defensa. Cuando llegué ya eso estaba. Solo tenía que establecer una mentalidad ofensiva, un mejor flow y ritmo. Ese fue mi foco”, dijo Kerr según varios medios.

Muy bien por Kerr... y por Jackson.