¡Es una en un millón!

Ya no hay dudas. La tenismesita Adriana Díaz es una atleta fuera de serie de Puerto Rico y del mundo. Hace tan solo unas semanas atrás se alzó con el trofeo de la categoría Sub-21 del Abierto de Eslovenia de la Gira Mundial del Tenis de Mesa, y una semana después terminó en la tercera posición en la misma categoría en el Abierto de Croacia.

Esto al tiempo que acumuló puntos valiosísimos que le ayudarán a seguir escalando posiciones en su clasificación global, una que la presentaba al momento de este escrito como la séptima mejor jugadora del mundo de la categoría Sub-18, 21ra en la Sub-21 y 80 del mundo en la categoría abierta, es decir, la adulta.

Actualmente no hay otro deportista boricua, hombre o mujer, que pueda presentar unas credenciales tan brillantes en relación a su edad. Díaz, de tan solo 16 años y ya con la experiencia de haber jugado en unos Juegos Olímpicos, está clasificada entre las mejores 80 atletas de su deporte a nivel mundial y en mejores posiciones entre las atletas de su propia edad. Y todo siendo una deportista nacida, criada y desarrollada en un país donde su deporte no era visto como un deporte, sino más bien como un recreación a la que le llaman el ping-pong.

Si fuéramos a buscar comparativas entre otros deportistas boricuas actualmente ejerciendo con éxito o relativo éxito en el campo internacional, Díaz está a la par de Mónica Puig, quien está en la posición 41 del mundo según el escalafón de la Asociación de Tenis de Mujeres, del éxito que ha tenido José Juan Barea en la NBA, o ahí con los Francisco Lindor, Carlos Correas y Javier Báez de la vida, quienes día a día siguen cimentando sus nombres en el béisbol de las Grandes Ligas.

La historia de Adriana también es grande porque es el fruto del arduo trabajo de una familia humilde dedicada a este deporte por décadas. Y el relato es brillante porque contrario a todos los demás atletas referidos arriba, a ella la hemos estado siguiendo desde los seis años de edad. Por eso y más, me atrevo a llamarla la pequeña gigante: la mejor atleta femenina de Puerto Rico en la actualidad.