Buchipluma, na’ ma’
“Aquí nos gusta poner el dedo en otro. La frase favorita es, ¡a mí, no! Nuestro sistema actual no sostiene 78 municipios, pero nadie quiere ceder”

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
PUBLICIDAD
Puerto Rico es uno de esos lugares, donde tanto el ciudadano común como el que administra el poder, conoce los distintos problemas que enfrentamos y a su vez, las vías para resolverlos.
Tenemos peritos de todos los niveles. Conocedores con impresionantes currículos académicos y profesionales. O sea, tenemos las herramientas para encaminar nuestra isla en una ruta de éxito. Ahora bien, si podemos estipular ambos argumentos; ¿por qué estamos en un hoyo profundo tanto social, económico, político y hasta en lo personal?
Nuestro gran problema es el miedo al cambio. Somos cobardes a provocarlo. Nos encanta mencionar que somos progresistas. ¡Que miramos al futuro!, ¡que damos miradas a lo positivo! Pero, al final del camino, nos comportamos como la canción del maestro Rafael; “¡buchipluma na’ ma!”
Aquí nos gusta poner el dedo en otro. La frase favorita es, ¡a mí, no! Nuestro sistema actual no sostiene 78 municipios, pero nadie quiere ceder. La estructura municipal de esta isla está cimentada en realidades de los siglos 17, 18 y 19. La tecnología de aquel momento, no permitía una comunicación rápida entre jurisdicciones. Moverse entre pueblos era un reto. Es por ello, que comenzaron a crearse unidades poblacionales que fueron dando vida a lo que tenemos hoy.
Ahora la realidad es distinta. Usted pierde la noción de qué jurisdicción o barrio es de un pueblo o el otro. Pero aquí vienen el dilema. ¿Tenemos que eliminar municipios? ¡Sííííí!. ¡Ahhh, pero el mío, no!
Una posible salida a ese tranque es crear un sistema administrativo que agrupe varios pueblos bajo un nuevo concepto. Llámelo cómo le dé la gana. Cada pueblo conservará su identidad, pero administrativamente se regirá por otro sistema, que sustituya al alcalde y todo el organigrama grasoso que tenemos actualmente. Más o menos como la ciudad de Nueva York, que se rige en cinco condados que forman un todo. Estamos hablando de una ciudad de 8 millones de habitantes, más sus visitantes. Así que la rueda está inventada, es solo meterle voluntad.
Así mismo ocurre con la universidad del estado. El descenso poblacional. La competencia de universidades privadas. La crisis económica que atravesamos, sugiere mirar en otra dirección. Se tiene que reestructurar para mantener pertinencia y vigencia. Fortalecer cada recinto. Darle personalidad. Eliminar todo lo duplicado. Hasta ahí todo bien. Pero vamos, sugiera que Mayagüez ceda todo lo de agronomía a Utuado. De seguro, queman en la hoguera al presidente que lo sugiera. Eso es herejía, pues los agrónomos no se quieren ir del “Hoy, Mañana y Siempre, Colegio”, para parar en un humilde pueblo de la montaña.
Lo mismo ocurre con la lucha contra el crimen y la guerra contra las drogas que declaró Nixon en los 70. Perdimos la guerra hace rato, lo comentamos bajito. Sociólogos y estudiosos del tema sugieren agresivos cambios, pero nadie quiere dar el paso al frente. Entonces, queremos seguir como el viejo anuncio de las habichuelas. ¡Lo mismo! ¡Sugiero, lo mismo!
Le ponemos frases. ¡Mano dura contra el crimen! ¡Castigo seguro! Pero, nuestras calles siguen de mal en peor. Nuestros jóvenes se matan entre ellos o se pierden en el mundo de las drogas. Estamos en una enorme repetición. Cambiamos los personajes, pero no cambiamos la filosofía. Haga el ejercicio. Busque cuántos secretarios de Educación hemos tenido desde que empezó el siglo. Luego haga el mismo ejercicio en todas y cada una de las dependencias.
Se asombrará del número. Lo peor de todo es que estamos en el mismo punto en todos los temas. Es hora de reflexionar. Llegó el momento de renunciar al maldito inmovilismo. Vamos de una vez y por todas dejar el “a mí, no”. Probemos para ver si todo comienza a cambiar. ¿Qué podemos perder, que no hayamos perdido ya por no querer cambiar? Vamos a ver quién se atreve “coger esa gata por el rabo”.
Egresado de la Escuela de Comunicación Pública de la Universidad de Puerto Rico y con una experiencia de 28 años en el campo del periodismo. Labora como reportero de NotiCentro y es el ancla de la Edición Estelar. Moderador del programa “Normando en la Mañana” de Noti Uno 630 y desde el 2011 columnista del periódico Primera Hora. Desde el 2013 produce y dirige el programa Ahí Está la Verdad por Wapa Televisión. Padre de seis hijos y orgulloso hijo del pueblo de Utuado.
¿Qué les parece?
El veterano periodista analiza los temas calientes del quehacer noticioso del País.