Cuando lea estas líneas, sepa que está celebrándose el Día de Roberto Clemente en las Grandes Ligas. Aunque la ceremonia oficial y más emotiva será en Pittsburgh, ciudad donde se desarrolló como pelotero, en todos los parques se recordará su legado.

Aunque el día se celebra desde el año 2002, no fue hasta este 2020 que tomó otra dimensión, cuando se permitió que todos los jugadores de los Piratas usaran el número 21. Al igual que todos los peloteros de origen puertorriqueño y otros latinos, quienes también lo pidieron. Este año se repite el permiso y se amplió, al incluir un parcho con el 21 en la camisa de todos los uniformes que se usen este miércoles en los 15 parques donde se estará jugando.

De igual forma, las bases que se utilizarán llevarán el logo del Día de Roberto Clemente, así como las tarjetas que se emplean para escribir los nombres de quienes jugarán este día.

¿Pero, saben qué será lo mejor de todo? Que este año, los juegos tendrán fanáticos en sus gradas. La pandemia, que estaba en todo su apogeo en el 2020, evitó que la adrenalina llegara al máximo cuando vimos gradas vacías en muchos de los juegos. Así que este año, la festividad debe ser grandiosa.

La fecha también marca el inicio de la celebración del Mes de la Herencia Hispana en las Grandes Ligas. Un reconocimiento a la aportación que hacen, y han hecho, miles de peloteros latinos. Sin lugar a dudas, el sabor que le brindan los hispano-hablantes al juego es otra cosa. Ni hablar del calor y la pasión que expiden los fanáticos en los juegos.

Este pasado fin de semana fui testigo en el City Field de Nueva York de cómo esa pasión sale por los poros y por la boca, añadiendo sazón a un juego algo lento. Los latinos contrastan con la pasividad de la gran mayoría de los fanáticos anglosajones. En el terreno pasa lo mismo.

Como antesala a este día especial, ayer los equipos de las Grandes Ligas sometieron los nombres de sus candidatos al Premio Roberto Clemente por alguna labor humanitaria o social, en la que se hayan involucrado. Este premio se remonta a 1973 y desde entonces es el único que se otorga en medio de la Serie Mundial, particularmente en el tercer juego.

Esto, mis queridos amigos, es tremendo homenaje a la memoria del jugador natural de Carolina.

Aunque los directivos de MLB han reiterado que no se inclinan a la idea de retirar el número 21 en todos los equipos, como se hizo con Jackie Robinson, no es descabellado pensar que eventualmente así ocurrirá.

Aunque no fue el pionero de los jugadores latinos, pues ya en los años 20 del siglo pasado habían jugado latinoamericanos, no se puede rechazar que ha sido el latino de mayor impacto. Es un referente para todos los países en los que se juega béisbol y hasta en lugares donde el deporte no es tan popular.

Clemente, además de ser un atleta que le daba duro a la pelota con el bate, volaba cuando corría las bases, las cogía todas en los jardines y tiraba con gran fuerza en su brazo, era un humanista y dirigente social. Alzaba su voz ante los abusos. No se avergonzaba de su acento. Hablaba en español cada vez que podía hacerlo ante la televisión nacional, al tiempo que era solidario con las causas justas.

Por ello, es que su figura y su memoria siguen impactando cuando ya casi se cumple medio siglo de su desaparición física. Carreteras, puentes, parques, coliseos, escuelas y estatuas guardan su memoria. Aún si usted no ha jugado ni “bolita y hoyo” sabe quién fue Clemente. Su carrera dentro y fuera del terreno se ha documentado con rigor. Las estadísticas y premios le preceden.

Es, sin lugar a dudas, una leyenda que aún le toca escribir páginas y páginas con letra dorada. Así que disfrute de este día y siéntase orgulloso de haber nacido en la misma isla que este gran ser humano.