A partir de este fin de semana, volveré a prestar mi voz a las columnas de Uka Green. La querida comunicadora y especialista en manejo de artistas, tiene un talento innato para la escritura.

Usted ya disfruta de la experiencia que representan sus escritos. Aunque comenzó hace poco en este espacio, Uka lleva años escribiendo. Su contenido, temas ordinarios. Tal es su gran don y, a su vez, el mayor reto.

Escribir sobre mi parecer del concierto de Bad Bunny o de alguna de las “metidas de pata” de algún político resultaría un “bombito al pitcher”. Pero desarrollar un tema de un asunto ordinario resulta más complicado. Por lo menos, para mí lo es.

Uka viaja desde la experiencia que representa bañarse en una de las diminutas duchas de un crucero, hasta lo retante que podría resultar para una dama el buscar, comprar e instalar una planta eléctrica. Lo mismo hace con los cambios que el “padre tiempo” provoca en el ser humano, que se identifica como envejecimiento.

Lo realiza con gracia. Lo hace con un pasmoso realismo. Cuando usted escucha la columna a través de las voces de sus invitadas es irremediable que diga: “¡Carajo, es cierto!” Es por ello que ya vamos para la tercera temporada de algo que comenzó como un desahogo de los sucesos cotidianos de la vida.

Así que no le resulta difícil transportarlo, a lo que ella quiere comunicar. “Titantos” es el nombre que entrelaza todo. Es la abreviatura de esas columnas que nacieron a los cuarenta y tantos y siguió su camino. Ha pasado más de una década y aun la pluma sigue en complicidad con las palabras para dar rienda suelta a la risa.

Las complicadas relaciones de pareja hasta darle una descarga a un escritor conocido en Europa, pero sin trascendencia en este lado del mundo, forman parte del menú de este año. “Titantos” es una invitación para utilizar el sentido, cual no utilizamos como deberíamos.

La sociedad del siglo 21, oye pero no escucha. Si usáramos bien este sentido, las cosas serían diferentes. Desde la discusión simple en el hogar hasta las conflictivas situaciones internacionales suelen tener el mismo denominador. No escuchamos. Cuando se pelea en la casa, no bien la otra parte argumenta, usted o yo estamos pensando en qué contestarle. Es más importante argumentar que entender.

Así perdemos la empatía desde lo más simple a lo más complicado. Por eso, “Titantos” es valioso. La interpretación es importante. El escenario es relevante. Las pantallas son el complemento perfecto. Sin embargo, el poder lo tiene la palabra.

Por eso mi invitación a pasar una noche distinta. ¡Escuche! ¡Disfrute! Y luego, dé rienda suelta a todo lo que ese cerebro reciba. Cuando lo haga, se dará cuenta de una cosa. ¡Que sin lugar a dudas, Uka es tremenda!

Así que nos vemos en el teatro en las aventuras a las que nos invita “Titantos”.

“Desde la discusión simple en el hogar hasta las conflictivas situaciones internacionales suelen tener el mismo denominador. No escuchamos. Cuando se pelea en la casa, no bien la otra parte argumenta, usted o yo estamos pensando en qué contestarle”