Soy la nota disonante
“Se fabricarán mensajes. Se forjarán opiniones. Se distorsionarán agendas, gracias a la ‘inteligencia artificial’”

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Tengo que dar gracias a Dios por estar envejeciendo. En realidad, no me anima para nada conocer el mundo futuro que estamos construyendo.
La tecnología nos lleva por un camino que, les confieso, me obliga a cuestionarme si realmente se trata de un adelanto. En el pasado, escribí cómo los llamados teléfonos inteligentes realmente ocasionan distrofia a nuestra memoria al depender de ellos. Además de no tener una base mental de teléfonos, como lo hacíamos en el pasado.
Igual pasa con nuestro sentido de orientación. Ya no se ejercita. Usted ya no acude a un mapa impreso para localizar cierta dirección, ejercicio que sin duda utiliza el sentido común. Ahora todo es por un GPS que le dirige para aquí y para allá, mientras de manera automática acata la directriz sin razonar nada.
¡No me juzgue! No soy chango, ni amargado. Podría ser un poco anticuado o resistente al cambio, pero métale casco a lo que le voy a proponer.
Los llamados adelantos tecnológicos nos han vendido un mundo, alegadamente, menos complicado. Sin embargo, no es así. Estamos distorsionados. Ya nadie sube una foto en ese teléfono inteligente, “sin arreglarla” antes.
¿Arreglar qué? Usted es como es. Pero no. Nadie quiere verse como es. Es por ello que le borramos las arrugas al rostro, perfilamos la cara y el cuerpo, para vernos más chulitos.
Somos una vil mentira. Lo último en la avenida es la alteración de fotos. Creamos avatares con nuestras facciones mejoradas gracias a eso que llamamos inteligencia artificial. Alteramos fotos a tal extremo que se nos hace difícil diferenciarla de una real.
Tomemos de ejemplo al papa Francisco. Hace unas semanas resultó viral en unas fotos, en las que lucía un moderno abrigo así como unas botas. Muchos compraron su veracidad. Otros estuvieron en tres y dos sobre si realmente se trataba del octogenario líder católico. Lo mismo ha pasado con otras fotos.
Ahora potenciamos esa mentira con la inteligencia artificial. ¡Esto es peligroso! Dejemos a un lado el vacilón a Francisco o a otros personajes. Pensemos por un momento cómo se utilizará esa tecnología para distorsionar otras realidades en favor de causas extremas.
Se fabricarán mensajes. Se forjarán opiniones. Se distorsionarán agendas, gracias a la “inteligencia artificial” usada como un avance tecnológico.
De cara al futuro, un ciudadano común ya no podrá usar la famosa frase de “una imagen habla más que mil palabras”. Usted tendrá que cuestionar si se trata de una imagen real o fabricada.
Lo peor es que se potenciará todo ese mal libreto a través de las redes sociales, a las que acuden cada vez más personas tomándolo como oráculo. En cada rincón del mundo, encontramos malandrines minando con éxito a los medios tradicionales. Se refieren a nosotros como “medios corporativos”, una etiqueta que intentan vender para que el ciudadano dude de años de buena reputación.
En su lugar, aseguran que la fuente de la verdad está en medios o personas independientes que utilizan internet, así como las herramientas tecnológicas, para vender certeza y confiabilidad. ¡Embuste!
Existen muchos que son muy buenos y comprometidos. Pero cada día, salen a flote más y más artífices del fake news, contaminando mensajes.
La inteligencia artificial recrea con éxito imágenes en movimiento y voces. Eso está súper cool para Hollywood, pero no para el diario vivir. Esa herramienta, en manos de personas inescrupulosas, inmorales y sin ética es más peligrosa que una bomba atómica.
A mi entender, estamos en ruta a cometer un gran asesinato. Lo más hermoso que Dios nos dio fue nuestra humanidad. La misma que nos permite ser distintos. La que nos recuerda que no tenemos que ser perfectos por fuera, ya que con nuestro cerebro resulta más que suficiente. Ese órgano que nos permite desarrollar talentos y destrezas.
Lo desarrollamos tanto y tanto que hemos creado la dichosa tecnología con su inteligencia artificial. ¡Bravo! Hemos creado la forma en que nos vamos a eutanizar colectivamente.
Egresado de la Escuela de Comunicación Pública de la Universidad de Puerto Rico y con una experiencia de 28 años en el campo del periodismo. Labora como reportero de NotiCentro y es el ancla de la Edición Estelar. Moderador del programa “Normando en la Mañana” de Noti Uno 630 y desde el 2011 columnista del periódico Primera Hora. Desde el 2013 produce y dirige el programa Ahí Está la Verdad por Wapa Televisión. Padre de seis hijos y orgulloso hijo del pueblo de Utuado.
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El veterano periodista analiza los temas calientes del quehacer noticioso del País.