Cuatro apagones durante la semana pasada, ocho horas sin luz el domingo y contando. El ruido de la planta ya se ha convertido en la melodía que nos acompaña mucho más que el cantar del coquí. La rabia, la impotencia y la poca paciencia nos invade el espíritu...

Deseaba inmensamente dedicar esta columna a mi amigo querido Raymond Arrieta por su gesta en la caminata “Da vida”, pero lamentablemente los apagones nuestros de cada día me provocan una lluvia de ideas.

Desde el 2017, Puerto Rico se está levantando. María despertó nuevamente nuestro espíritu comunitario y salimos a flote. Luego los temblores, la pandemia, ahora los apagones y seguimos haciendo de tripas corazones. Reafirmando a diario que “solo el pueblo salva al pueblo”.

Es importante que continuemos luchando por el país que nos merecemos y unirnos una vez más por ello. Luma ha demostrado que no cuenta con las competencias para energizar a nuestra Isla. Lleva un año y no ha pegado una, lo que hace es faltarnos el respeto constantemente. No le importamos. Y me atrevo a apalabrarlo, porque tan reciente como el jueves pasado, la conferencia de prensa que realizaron fue en inglés, pasando por alto que nuestro idioma es el español. Juzgue usted, ¿verdaderamente, querían informar al pueblo o lo hicieron para curarse en salud? Si verdaderamente les importaba comunicar a la ciudadanía la situación actual, lo pudieron haber hecho en español, porque por más que le duela a los que sueñan con el imperio americano, nuestra gente casi no habla inglés, ni lo entiende.

El jueves, mientras hacía compra en el supermercado, coincidí con un jubilado de la Autoridad de Energía Eléctrica, quien me invitó a comunicar que es importante que Luma nos muestre el Informe de Termovisión de las subestaciones, los cuales son públicos. ¿Dónde están?

Me llama la atención un video que Molusco compartió en sus redes sociales en donde visibiliza que el Hospital Auxilio Mutuo no contaba con energía eléctrica, siendo el segundo hospital en menos de un mes al cual le afecta la falta de energía eléctrica.

En una entrevista a este medio, un empleado del Hospital Universitario indicó “que ni en el huracán María sufrieron lo que experimentaron durante 16 horas”. Así que podríamos decir que estamos ante una crisis que atenta contra nuestros derechos humanos.

La energía eléctrica es el “combustible” necesario para el crecimiento económico y bienestar común en una sociedad. Son cada vez más los pequeños comerciantes los que se afectan en cada apagón, se nos va la vida en ello. La energía eléctrica es uno de los pilares del progreso humano, ya que mejora las condiciones de vida de sus habitantes y favorece el desarrollo de la comunidad, esta es fundamental para erradicar la pobreza, mejorar la educación y facilitar el acceso a la atención médica. Lamentablemente, todas las anteriores se están viendo afectadas.

Señor Gobernador, ya que públicamente expresó su descontento con la gesta de Luma, disfrutó de un “Pool Party” con su comunidad penepé, hágale frente a esta agencia que no está velando por nosotros, el pueblo puertorriqueño.

Luma nos está haciendo daño como país, y ya con nuestro espíritu de resiliencia cansado, es momento de tomar acción. Y esto no debe ser un asunto político, es un asunto de PAÍS.

Como dice Bad Bunny en “El apagón”: “que se vayan ellos”. Que se vaya Luma.