Es muy común en esta época escuchar a niños y jóvenes decir que su profesión será ser influencer, un concepto del siglo XXI, el cual ha llegado al mundo gracias a las redes sociales y que parece quedarse.

Son cada vez más los influencers que conquistan a su audiencia a través de múltiples talentos, al punto de convertirse en personalidades tan o más famosas que las estrellas de cine.

¿Qué significa ser un influencer? ¿Te conviene en uno? ¿Sabes la responsabilidad que esto conlleva?

El poder de un influencer radica en su capacidad para influir en las opiniones, decisiones y comportamientos de su audiencia. Estos tienen una gran cantidad de seguidores en diferentes plataformas de redes sociales, lo que les otorga la posibilidad de alcanzar y conquistar a un público masivo.

Este también se deriva de su capacidad para generar contenido atractivo y creativo que resuene en su audiencia, ya que los influencers suelen tener habilidades para narrar historias, crear contenido visualmente atractivo y mantener una conexión emocional con sus seguidores.

Cuando un influencer recomienda o promociona un producto, servicio o estilo de vida, su comunidad tiende a prestar atención y confiar en su opinión, al punto de muchas veces salir corriendo a los comercios procurando lo que X persona recomendó a través de su plataforma. De hecho, ahora la publicidad básicamente ha encontrado un nuevo nicho en esta cantera de “talentos”. Esto se debe a que los seguidores perciben al influencer como alguien que tiene experiencia, conocimiento o autoridad en un área específica.

Existen varias cualidades que hacen que un influencer tenga poder para influir en su audiencia; Autenticidad o ser orgánicos: Los influencers auténticos son aquellos que se muestran tal como son, sin pretensiones ni máscaras. Su audiencia valora la honestidad y la transparencia, por lo que tienen más poder para influir en sus seguidores. Estos son los que uno se siente como si les conociera de toda la vida e, inevitablemente, cuando les ves en la calle corres a saludarlos como si fueran parte de tu familia.

Existen los que mueven su contenido a través de sus conocimientos y experiencias: tienden a ser más confiables para su público. A través de sus plataformas se dedican a brindar información valiosa y consejos.

Los apasionados son los que conquistan día a día a su audiencia. Su entusiasmo y dedicación es contagiosa, lo que les permite generar un fuerte vínculo emocional con sus seguidores y tener un mayor poder entre ellos. Son los que les domina el corazón y a través de su energía logran enamorar a toda su gente, aunque todos los diferentes tipos de influencers son movidos por la pasión, de eso no queda ninguna duda.

La empatía ha llegado a las redes y llegó para quedarse. Aquellos influencers empáticos son capaces de comprender y conectar con las necesidades, deseos y preocupaciones de su audiencia. Esto les permite ofrecer contenido relevante y personalizado, lo que aumenta su influencia sobre sus seguidores.

Todos tienen que recurrir a un denominador común: LA CREATIVIDAD. Esta cualidad es fundamental para generar contenido a través de todas las plataformas.

La creatividad les permite generar contenido único y atractivo que captura la atención de su audiencia. Su habilidad para contar historias, crear imágenes y ofrecer ideas innovadoras aumenta su poder de influencia. Esto independientemente del estilo que persigan.

Estas cualidades, combinadas con una estrategia de comunicación efectiva y una relación cercana con su audiencia, hacen que un influencer tenga poder para influir en su audiencia de manera significativa.

Antes que existieran las redes sociales ya habían influencers; Jesús, Martín Luther King, Madre Teresa de Calcuta, Einstein, Shakespeare, Simone de Beauvoir, Luisa Capetillo, y muchos más, la diferencia es que ellos están en los libros de historia y los contemporáneos en las redes sociales. Lo importante es que estos sean capaces de utilizar su poder mediático para crear conciencia del mundo que nos merecemos.