Ha partido una de las más grandes de nuestra historia del teatro puertorriqueño. La Dra. Myrna Casas nació el 2 de enero de 1934 y partió a morar con el Señor el 9 de noviembre de 2022. Myrna fue actriz, dramaturga, directora, profesora y amiga. Fue, sin duda alguna, un pilar de nuestro teatro nacional.

En 1963 junto a Gilda Navarra y Josie Pérez fundó Producciones Cisne, en donde excelentemente se destacó en la dirección. No tan solo su gesta se concentró en el trabajo artístico, sino que trascendió al ruedo político como asambleísta municipal de San Juan de 1996 al 2000, de igual forma fue la gerente general del Centro de Bellas Artes de Santurce durante las administraciones de los gobernadores Luis Fortuño y Alejandro García Padilla. Esa silla la ocupó con una responsabilidad enorme y su labor fue encomiable.

Recuerdo la primera vez que conversé con Myrna, fue en 2012 gracias a la maestra y amiga Rosa Luis Marques. La llamé para pedirle permiso de dirigir “Este país no existe”, obra de teatro publicada en el libro “Absurdos & Compañía: Teatros en el teatro de Myrna Casas” (2011), y sin pensarlo dos veces me dio el permiso de dirigir la pieza, con la única condición de que la buscara y la llevara a ver el montaje.

Ante tal petición, no pude negarme. En cuanto la vi entrar a la cancha del Colegio Católico Notre Dame, la cual había sido transformada para el montaje, los nervios invadieron mi sistema, lo cierto es que su don de gente y amor por las tablas abrazaron el espacio y como por arte de magia los nervios desaparecieron y se transformaron en una energía extraordinaria que solo se siente cuando se trabaja en el teatro.

La primera persona en ponerse de pie en esa función, fue ella, como toda una maestra felicitó a los jóvenes y a mí me dio el permiso y la bendición de poder dirigir cualquiera de sus textos. En ese momento sentí que me graduaba una vez más. Así fue siempre que nos vimos, compartimos y coincidimos. Su amor por las artes escénicas era su carta de presentación.

Para aquellos que aun no han leído sus obras o no han tenido el gusto de verlas representadas, me gustaría resaltar unas de sus obras teatrales más destacadas: “El gran circo eucraniano”. Aquí nos presenta una visión del mundo en y fuera de la escena teatral y las contradicciones y situaciones de los puertorriqueños en fuera de la Isla. Mueve la trama un grupo de cómicos ambulantes, que a medida que va avanzando la historia nos damos cuenta que son un grupo de actores. A través de la metateatralidad (teatro dentro del teatro), observamos cómo la obra de teatro que cuentan los actores es la obra en sí misma. La obra nos presenta temas como la diáspora y la nostalgia que sienten quienes ya no viven en la isla, la violencia, el mantengo y los problemas que hoy día, tres décadas después, continuamos experimentando.

El circo es una metáfora del Puerto Rico en donde vivimos desde hace años. Eucraniano, en lugar de Ucraniano, porque Estados Unidos es uno de los grandes responsables, por no mencionar el responsable principal de que nuestras vidas sean un gran circo. Implícitamente, la autora hace una crítica a la colonia. La vida de los personajes que van de carpa en carpa, sin hogar, buscando historias que contar es un espejo de los puertorriqueños. Nuestra vida es un gran circo que va de maroma en maroma, truco tras truco tratando de ofrecer el mejor espectáculo siempre.

¡Gracias, maestra! Gracias por regalarnos tus palabras, tus ideas, tus montajes, tu gesta y tu amor al teatro. Serás eterna y estarás VIVA por siempre en nuestros corazones. ¡Que viva Myrna Casas!