Una vez más, César Vázquez lo vuelve hacer. En nombre de la “dignidad” atenta contra la dignidad humana. Nuevamente, saca su machismo a pasear y tan cercano como la semana pasada atacó no a una, sino a dos mujeres; a la comisionada residente en Washington, Jenniffer González y a la Lcda. Ada Norah Henríquez, quien aspira ser candidata a la gobernación por Proyecto Dignidad.

Los comentarios de Vázquez hacia la comisionada fueron poniendo en tela de juicio su embarazo:

“Hay gente que está preguntando si realmente está embarazada o es otra mujer la que lleva a esos niños”, dijo el presidente del Proyecto Dignidad.

Cabe señalar que no es la primera vez que este señor hace un comentario fuera de lugar sobre una mujer embarazada. En septiembre dijo: “Si la persona tiene alguna otra condición de salud, (como) alta presión, diabetes, asma, algún problema, por ejemplo, de anemia (que sea) previo, lo hace un embarazo de alto riesgo. La pregunta que uno se hace (es) ¿qué es prioritario? Si tú me preguntas a mí si la vida es prioridad, yo le daría prioridad a la vida”. Como si el embarazo fuera una enfermedad y le incapacitara a González aspirar a la gobernación de Puerto Rico.

Estos comentarios son una prueba fehaciente que no acepta que las mujeres estén en la política o hasta incluso que el embarazo las imposibilita del campo laboral.

El embarazo no se cuestiona nunca. El Sr. Vázquez está lacerando la salud emocional de la comisionada y, por consiguiente, de los niños que lleva en su vientre. ¿Cuál es la necesidad de arremeter contra la vida? Acaso, ¿no es su partido el que ha estado durante todo este cuatrienio luchando para que se penalice el aborto? ¿Dónde están los valores cristianos que tanto profesa? Definitivamente, sus acciones van en contra de su filosofía cristiana. Usted como médico sabe cuáles son las consecuencias de los malos ratos en un embarazo, haga un examen de conciencia, porque con unas simples excusas no se enmienda un error tan vil y cruel.

El comentario de este “cristiano” corresponde a un pensamiento estereotipado y a los prejuicios que existen contra a las mujeres en la política. Esto lo podemos afirmar, pues el mismo miércoles arremetió contra su compañera de partido, Ada Norah Henríquez, expresando en Radio Isla: “Desde mi punto de vista tiene un problema de carácter que la incapacita para ser la candidata de Proyecto Dignidad para las próximas elecciones. Imagínate… Cuando tú dices que algo ocurrió y no ocurrió… No tiene que ver con inteligencia”. Otro comentario machista y estereotipado.

Escuché a la Lcda. Ana Irma Rivera Lassén en una entrevista decir que: “Al no pedir disculpas a su compañera de partido, quien es una mujer negra, significa que no la cree capaz de asumir el liderato del partido”. Y parece curioso que son las mujeres en su partido las que llevan la batuta.

Sería oportuno que el presidente del Partido Proyecto Dignidad revalúe el por qué está en la política. Es lamentable que en nombre de la fe se atente contra la dignidad humana. ¿Cuál es el fin de su partido? Escudarse detrás del fundamentalismo religioso y atacar a quienes no piensan como ustedes. Qué pena que haya olvidado el mandamiento instituido por Jesús en la Última Cena:”Amar a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo”.

Sr. Vázquez, me gustaría repasarle el significado del concepto dignidad: “Dignidad - se refiere al valor inherente y la importancia de cada ser humano, independientemente de su origen, posición social o circunstancias. Implica el respeto y la consideración hacia la integridad y los derechos fundamentales de una persona. La dignidad implica tratar a los demás con equidad, compasión y justicia, reconociendo su valía como individuos”.

¿Su partido, sus expresiones y acciones corresponden a la definición presentada?