Pero, entre tantos futbolistas famosos y exitosos, en Argentina todavía hay un solo “D10S”, Diego Armando Maradona, autor de dos goles en la final del Mundial de México 1986 que le dieron a su país su segunda Copa del Mundo, luego de ganar en Buenos Aires en 1978.

 Maradona es una figura bastante rocanrolera, polémica y amada con la que el público se identifica: conserva su personalidad de barrio, tuvo sus harto conocidos problemas con las drogas, un programa de televisión luego de su retiro, entrenador de la Selección para el Mundial de 2010 sin irle muy bien… En fin, un verdadero ídolo, en todo el sentido de la palabra. (Curiosamente, los días que estuve en la capital, el “10” era noticia porque se convirtió en padre nuevamente.)

El fútbol se respira por todos lados. Los fanáticos o hinchas argentinos posiblemente son los más apasionados y radicales, o al menos, según algunos, los pioneros de las hinchadas modernas. Las conversaciones con la mayoría de los taxistas, por ejemplo, son sobre fútbol, pues no faltan los partidos o programas de balompié en sus radios. Hubo dos excepciones en esas charlas: sobre boxeo cuando un taxista me preguntó de dónde era y sobre rock con un conductor que tenía una banda de punk.

Para mí, Buenos Aires también es, sobre todo, “la ciudad de la furia” de Gustavo Cerati, la “ciudad de locos corazones” de Fito Páez, entre muchas canciones más, pues desde mi adolescencia soy amante del Rock Nacional Argentino (sí, suele aparecer en mayúsculas).

Y Buenos Aires –Argentina entera– siempre me sonará, irremediablemente, al gran Charly García. En esta visita, vi una relación entre la belleza y la decadencia de ambos: de la “ciudad más europea de América”, como decía Facundo Cabral, y del máximo exponente y compositor del rock latinoamericano.

A sus 60 años, Charly realizó el año pasado una gira de conciertos celebrando su trayectoria, con la poca voz que le queda pero con la genialidad musical y poética de siempre y la energía de la sobriedad de los últimos años. De las funciones de Charly García & The Prostitution  en Buenos Aires se grabaron tres álbumes de aproximadamente 20 canciones cada uno, sin repetir una sola.

Son muchos los temas que se podrían tocar con la relación entre el fútbol y el rock argentino. (Próximamente escribiré en este blog sobre algunas de las canciones dedicadas a Maradona, por ejemplo.)

Para muestra, un botón basta. A continuación, les dejo un video en el que entrevistan al rockero Andrés Calamaro –otro de mis favoritos–. El entrevistador utiliza la imagen de Maradona para preguntarle al ex integrante de Los Rodríguez quién es el mejor rockero argentino. Adivinen qué contestó:

En este otro video, ambos ídolos conversan: Maradona, cuando tenía su programa de televisión “La Noche del 10”, entrevista a García y le pregunta sobre el día en que el rockero se lanzó desde un noveno piso de un hotel de Mendoza hasta la piscina (pileta para los argentinos) en el año 2000. Pendientes al momento en que García dice que buscó “a Dios”: