Cuando debutó a mediados de la pasada década, Kate Kane, conocida también como Batwoman, acaparó titulares cuando DC Comics reveló al mundo que sería uno de sus primeros personajes abiertamente homosexuales. Con el pasar de los años, el personaje ganó una gran fanaticada al punto que fue una de las series que sufrió la menor cantidad de cambios cuando la compañía decidió relanzar todos sus productos en el 2011.

Por los pasados dos años J.H. Williams III y Haden Blackman han presentado una inusual mezcla de suspenso y horror enmarcada en un exquisito arte y llamativas portadas, que les ha ganado el clamor del público y un espacio especial  dentro de la familia de libros relacionados a Batman. Es por esto que ha sorprendido a todos el anuncio de que Batwoman # 26 será el último trabajo de estos en la serie y las razones han puesto al descubierto una vez más los grandes retos que los artistas enfrentan al trabajar para un gigante corporativo.

Tanto Williams como Blackman publicaron una carta en sus respectivas páginas cibernéticas personales en la que explicaron al público las razones por las cuales tomaron la decisión de partir de Batwoman. Desprende de la misiva que unos cambios a última hora por parte de la editorial a la conclusión de una reciente historia colmó la copa dejando al dúo “frustrados y molestos” ya que consideran que no les permiten relatar “las mejores historias posibles”.

Los artistas relatan que otros cambios incluyen un nuevo relato del origen del villano Killer Croc y la negativa de DC a la idea de que Kate Kane se comprometiera con su actual novia, la detective Maggie Sawyer. Cabe destacar que estos aclaran que el impase no estaba relacionado ante la posibilidad de un matrimonio entre personas del mismo sexo sino a la idea del matrimonio del personaje como tal.

En los pasados años tanto DC como Marvel se ha visto en contra de la idea de casar a sus personajes más importantes al punto de deshacer los matrimonios de Superman, Spider-Man y Flash.

Esta salida es el conflicto más reciente que DC ha tenido con artistas por frenar ideas y cambios a historias. Recientemente tanto Greg Rucka como Rob Liefield dejaron sus series por “diferencias creativas”.