Ando por España en un viaje con estudiantes. Durante mis días aquí, me he dado cuenta de que, aunque los españoles y nosotros compartimos un mismo idioma, existen unas diferencias muy marcadas en nuestro vocabulario y nuestra forma de hablar.

Así que, como método de diversión, he preparado una lista de nuestras diferencias. Guarda este artículo, puede serte útil algún día…

Al momento de comer, es un reto lograr que un español y un puertorriqueño puedan comprenderse. Algo tan sencillo como ordenar un sándwich puede ser un reto. Y es que si pides un ‘sándwich’, te van a servir un emparedado en pan de molde. Si lo que quieres es un emparedado en ‘pan francés’ (como decimos nosotros), entonces debes pedir un ‘bocadillo’. Pero los bocadillos en Puerto Rico son con el pan amarillo, como el que usamos para los ‘medianoches’. Y luego, los ‘bocadillos’ españoles son muy minimalistas. Puedes comerte un bocadillo de jamón serrano (y solo tendrá jamón serrano) o un bocadillo de tortilla española (y solo tendrá tortilla española). Es así.

Entonces, si quieres comerte el bocadillo con unas papitas, no pidas papitas porque no te van a entender. Lo correcto es hablar de ‘patatas’. Y en vez de kétchup, los españoles adornan sus papitas con una salsa picante que convierten el plato en unas ‘patatas bravas’.

¿Vale? (sí, porque en España no se dice ‘ok’, sino ‘vale’).

Si te gusta la pizza, puedes escoger una diversidad de ingredientes con nombres extraños como ‘gambas’, ‘hongos’ y ‘queso azul’ (camarones, setas y ‘blue cheese’). Y la pizza es buena con una cerveza o ‘caña’, como dicen en España. Si lo que quieres es un jugo de china, no lo pidas así. Ya me pasó y me dijo el camarero: “Bueno, tenemos jugo de España, no de China”. Claro, porque en España se toma ‘zumo de naranja’. De igual forma, si quieres un guineo pide un ‘plátano’, aunque un plátano para nosotros sea para hacer tostones. Es así.

¿Y con qué lo pagas? Puedes usar ‘la pasta’, que es una manera muy curiosa que tienen los españoles de referirse al dinero.

En cuanto a transportación, olvídate de la ‘guagua’… es el ‘bus’ (a menos que estés en las Islas Canarias, en donde también le dicen ‘guagua’). Y si prefieres tener tu propio carro, ve en España a un concesionario de ‘coches’. Y si no tienes ni coche ni acceso a un bus, entonces debes ‘hacer dedo’ (pedir pon, como decimos los boricuas).

Por otro lado, en el ámbito de la ropa también hay diferencias marcadas. Los españoles no usan ‘mahones’, sino ‘vaqueros’; ni se ponen ‘tenis’, sino ‘zapatillas’. Las ‘gafas’ son los ‘espejuelos’ nuestros. De hecho, el término ‘espejuelos’ es muy particular del Caribe, ya que en otros países de habla hispana en América le llaman ‘anteojos’ o ‘lentes’.

Los niños son ‘chavales’; las personas, ‘tíos’.

“Oye tío, qué juguetones son tus chavales”, te diría un español. Y si el ‘tío’ está molesto, se dice que está ‘cabreado’. Y si el tío no está sentado, está ‘de pie’, nunca ‘parado’, porque ‘parado’ significa detenido en España. Es así.

Y no llamas por el ‘celular’, sino por el ‘móvil’. Trabajas desde el ‘ordenador’, mejor que en la ‘computadora’. Te conectas por ‘wi-fi’ (pronunciado en español).

Es el mismo español, pero, al mismo tiempo, no es el mismo español. Al igual que en Puerto Rico una empanadilla y un pastelillo serán cosas diferentes según en qué parte del país seas. Si estas diferencias ocurren dentro de nuestra pequeña isla, imagínate las diferencias a nivel del mundo.

Es así.