Si ha existido un buen momento para aprender otro idioma, es ahora. Con el distanciamiento social, el encierro y el aburrimiento, todas las estrellas parecen estar alineadas para que te lances a aprender un nuevo idioma.

¿Pero cuál?

El inglés ya se supone que lo hayamos aprendido en la escuela, a pesar de que las estadísticas parecen indicar que solo dos de cada diez personas dominan ese idioma en Puerto Rico. Ahora bien, he notado que las nuevas generaciones están aprendiendo el inglés con mucha más facilidad y rapidez que nosotros, los más viejitos. Es que YouTube, Netflix, los canales de cable y la Internet son una ventaja que nosotros no teníamos.

La verdad es que el inglés y el español son idiomas con genéticas diferentes, con un grado de similitud léxica de solo un 25%, lo que significa que nada más una de cada cuatro palabas tienen alguna semejanza entre sí. Esto es lógico, porque las raíces y los trasfondos históricos y culturales de ambos idiomas son diferentes.

Si queremos buscar un idioma más fácil para nosotros, debemos mirar hacia nuestros primos del lenguaje, aquellos que tienen una raíz en común con la nuestra. Ahí están las lenguas romances, que son las que evolucionaron del latín vulgar, el idioma hablado por el imperio romano durante su ocupación, durante siglos, en las tierras de Europa que hoy día corresponden, principalmente, a Portugal, España, Francia e Italia.

Las lenguas romances son la familia de lenguas más hablada del mundo. Tres de ellas están entre los primeros diez idiomas del planeta: el español, el portugués y el francés. A estos hay que sumarles el italiano, el catalán, el rumano. Todas ellas tienen una similitud léxica alta entre sí. Esa es la razón por la cual eres capaz de comprender, con bastante facilidad, a una persona que te hable en portugués, en francés o en italiano; por otro lado, será casi imposible que puedas entender a un alemán, un ruso o un japonés.

Ahora bien, si tienes que escoger el próximo idioma que vas a aprender, tal vez te ayude saber que el idioma más parecido al español es el portugués. Se considera que ambos idiomas tienen un grado de semejanza entre sus palabras de un 89%. Luego le sigue el catalán con un 85%, el italiano con un 82% y el francés con un 75%.

En Internet puedes buscar cursos en línea para tomar desde la comodidad de tu hogar. Te sugiero que busques maestros que sean nativos de los países donde se habla el idioma que interesas aprender.

Si no quieres invertir dinero en un curso, siempre puedes aprender de forma gratuita a través de tutoriales en YouTube. Lo otro que puedes hacer es comenzar a escuchar música en esos idiomas y tratar de comprender sus líricas y cantarlas tú también para ‘cogerle el golpe’ a la pronunciación. Puedes buscar películas, series o documentales en ese idioma que escogiste, y tratar de concentrarte en entender lo que dicen y repetir lo que escuchas. De esta manera, a la vez que te entretienes con un contenido interesante, aprendes un nuevo idioma. Considera, incluso, comprarte una novela o un libro que te interese, escrito en el idioma que estás aprendiendo: la lectura es la mejor forma de entender la ortografía, gramática y sintaxis de un lenguaje.

Cuando salgamos de esta pandemia, será fantástico que puedas planificar un viaje en el que podrías poner en práctica tus conocimientos lingüísticos en los países donde hablen el idioma que aprendiste.

¡Aprovecha el encierro y aprende un nuevo idioma!