Observatorio de palabras
Algunas son engendradas por la unión entre uno y otro idioma.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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Las palabras son como los seres vivos: nacen y mueren.
Algunas viven mucho, otras viven poco.
Algunas son engendradas por la unión entre uno y otro idioma. Son como hijas de un matrimonio de origen mixto. Algo así como “mi padre era ruso y mi madre chilena”.
Nada malo en eso. De hecho, esa ha sido la trayectoria de muchas de las palabras que conocemos hoy día. El español que hablamos tiene una base de latín, con algo de árabe diluido con una salsa de francés, italiano y otras especias (taíno, africano, griego y sigan sumando). Sobre ese bizcocho, añádele una más reciente capa de inglés. El resultado es el idioma que hablan más de 500 millones de personas.
En el planeta hiperconectado en que nos encontramos, estas mezclas son cada vez más comunes. En particular, el inglés surge como el padrote que más semillas propaga en los idiomas de la humanidad. Al fin y al cabo, es el idioma universal que domina el Internet, el más utilizado en el mundo de los negocios, del turismo, de la tecnología, de la economía. Así que no es de extrañar que estemos a expensas de su gigantesca influencia.
De vez en cuando, nace algún término nuevo que comienza a propagarse como virus y a formar parte del vocabulario de las personas. Es ahí cuando se activan y entran en acción nuestros amigos de la Real Academia Española (RAE).
En su portal lingüístico (rae.es) podemos encontrar un enlace que se llama “Observatorio de palabras”. Es como una especie de incubadora en que los académicos ponen bajo observación a esas nuevas criaturas del vocabulario. ¿Serán dignas de entrar en el ‘Diccionario de la lengua española’? Aún no lo sabemos: todo dependerá de cómo se desarrollen, del arraigo que tengan en la forma de hablar de un grupo de hispanoparlantes. Nosotros, los usuarios del idioma, podemos tener visibilidad de esas palabras nacientes, como si las miráramos a través de un cristal en una sala de maternidad, y descubrir su existencia, sus usos y definiciones.
Pero la RAE es clara en advertir que esa información que aparece en este observatorio es “provisional” y que muy bien pudiese “verse modificada en el futuro”. Es decir, que esas palabras y expresiones aún no cuentan con la bendición de los académicos y carecen de legitimidad. Son como hijos sin un padre que aún los reconozca y les otorgue su apellido. Puede que sí, puede que no. Todo dependerá de su evolución. Si al final son reconocidos, tendrán acceso a las páginas del diccionario.
En ese limbo lingüístico se encuentra una serie de palabras que, seguramente, ya has oído o utilizado. A continuación, algunas de ellas:
Sanitizar- Muy común hoy día con este tema de la pandemia. La RAE recomienda sustituirla por ‘sanear’, ‘higienizar’, ‘limpiar’ o ‘desinfectar’.
Hashtag- ¡Tan común en el mundo de las redes sociales! La RAE sugiere el uso de ‘etiqueta’.
Barista- Este no es un anglicismo, sino un italianismo. Lo usamos comúnmente para referirnos al experto en preparar y servir café.
Podcast- La RAE propone que se españolice, con acento en la ‘o’ por ser llana terminada en consonante ‘t’ (‘pódcast’).
Wasapear o guasapear- Sí, estas son las palabras, bajo observación de la RAE, para describir la acción de enviar un mensaje por WhatsApp.
Emoyi- Esa es la palabra españolizada de ‘emoji’.
Hay muchas más que puedes descubrir en el ‘Observatorio de palabras’. ¿Cuáles de estas sobrevivirán el proceso de estudio y evaluación de la RAE y pasarán finalmente a las páginas del ‘Diccionario de la lengua española’?
Solo el tiempo lo dirá. Pendientes…
Exdecano y profesor de la Escuela de Comunicación Ferré Rangel de la Universidad del Sagrado Corazón y fundador del movimiento En Buen Español. Experto en comunicación y amante del lenguaje. Conferenciante internacional sobre temas relacionados con el poder de la palabra. Autor del libro 'Habla y redacta en buen español' (2011) y 'En buen español: El libro de las curiosidades de nuestro idioma" (2020). Apasionado de la historia, la educación, la fotografía y el mar. Esposo de Mirté y padre de Sebastián, Alejandro, Mauricio y Mariana (y del perrito Muni Cipio).
En buen español
Tu idioma guarda miles de historias y secretos. En la columna descubrirás las fascinantes curiosidades que esconden nuestras palabras y expresiones.