Reconociendo el gran poder que tiene la palabra, en estos días ha sido necesario repetir: “Todo va a estar bien.” También la frase clásica de los talleres Lo mejor de ti, “paciencia en el proceso.” Hacerlo a menudo, preferiblemente cada vez que me lavo las manos para que sean más productivos esos 20 segundos, ha sido necesario para comenzar a sentirlo y a creerlo sin espacio para dudas.

Y es que nuevamente la vida nos está poniendo a prueba. La lista de las adversidades de los pasados años, que prefiero no enumerar, además me recuerda de que antes de eso también hubo adversidades. En la vida y el caminar de cada uno hay situaciones que en ocasiones aparentan ser imposibles de superar. Así mismo cuando miro atrás noto que me he levantado, que algo aprendí. Dándole aún más poder a la palabra, veo que este nuevo virus tiene como parte del nombre, Corona. Es inevitable recordar a mi mejor amiga y hermana, quien fue mi primera maestra de yoga, las veces que me decía “ponte la corona” cuando el desasosiego o la confusión me sorprendían. Ahora que las recientes noticias pueden causar inquietud y tantas preguntas, es el momento ideal de ponernos la corona.

En el diccionario corona se define como aro que adorna la cabeza en señal de nobleza o dignidad. ¡Qué mejor momento de reconocer nuestra dignidad!

Nuestra valía, estima, calidad humana, son los términos que nos toca llevar a la acción. De las mejores enseñanzas que ya veo en todo este nuevo asunto es que tal vez se nos había olvidado cuidarnos más, en todas las áreas de nuestra vida. Los ámbitos que nos hacen ser seres integrales; mente, cuerpo y espíritu. ¿Cuántos otros virus, enfermedades de transmisión sexual, actitudes negativas y hasta hábitos desfavorables han estado ahí como amenaza? ¿Cuán diligentes hemos sido en practicar el amor propio para así poder amar a los demás? ¿En cuidar de lo que nos “contagiamos”?

Así como se disparó la propagación del COVID19, así mismo podemos entre todos crear con nuestras acciones un mundo más sano, basado en nuestra naturaleza de amor y no tanto de egoísmo o avaricia. Que se multipliquen los actos benévolos, las palabras amables, las frases positivas, las acciones dirigidas por nuestra sabiduría y no el temor. Para ayudarnos podemos comenzar con alimentarnos mejor, podemos elegir cómo y con quién pasar nuestros momentos y que sean para construirnos, evolucionar. Podemos observarnos más de cerca, qué hacemos en nuestro tiempo libre, cómo pensamos, qué ayuda buscamos para crecer. ¡Hay tanto por hacer y que bendición tener la oportunidad de re-crearnos con una corona y no con el CORONA!

De esta saldremos, estoy segura. Mientras tanto, pongámonos la corona y actuemos dignos de llevarla.

Sugerencias amorosas:

1. Hagamos los cambios necesarios para mejorar nuestro sistema inmunológico

2. Hagamos hábito cuidarnos como prevención y no esperar la crisis

3. Pensemos positivo aún en momentos de reto

4. Repitamos afirmaciones que nos hagan sentir bien y que beneficien a otros por igual

5. Seamos sensatos y pensemos en los demás además de en nosotros

6. Meditemos, hagamos ejercicios

7. Cuidemos nuestras acciones cada una crea nuestro futuro

8. ¡Dejemos la histeria para las películas de cine!

9. Sé feliz y da #lomejordetipr