Esta semana me di a la tarea de pasar más tiempo en soledad, lo cual me ayudó. Además de valorar a quienes tengo a mi alrededor, acercarme más a la soledad fue interesante; esta vez, encontrando algo que aportó.

Por más independientes que seamos, las relaciones interpersonales proveen bienestar y seguridad y nos permiten evolucionar en nuestra humanidad. La soledad es un estado mental que todos hemos experimentado, que nada tiene que ver con estar solos o acompañados. Por ser un estado mental podríamos estar con gente y sentirnos solos. Los sentimientos de inseguridad, incomprensión y tristeza pueden causar temor, sin darnos cuenta de la oportunidad que tenemos de ser proactivos y cambiar la perspectiva hacia aprender a acompañarnos para luego invertir tiempo en generar relaciones con otras personas, preferiblemente que compartan los mismos valores y gustos.

Cuando estamos solos tenemos la invitación a gozar de nosotros mismos, del tiempo que podemos aprovechar para amarnos, crecer y seguir evolucionando mientras con humildad aprendemos de nuestras limitaciones o bloqueos, que también tienen solución.

Comparto sugerencias e información para reflexionar y si interesan integrar en sus prácticas de vida. ¡No están solos!

¿Cómo utilizamos la soledad a favor?

Es el tiempo para hacer todo aquello que no podemos cuando no estamos solos y nos hace bien. Ejemplo: reforzar prácticas espirituales, voluntariado, hacer esfuerzos creativos, como escribir, leer, pintar, dibujar. Ayudar a otros activamente. Cuidar de nuestro cuerpo y nuestra mente.

¿Estamos solos o es todo una ilusión?

La realidad es que nunca estamos solos, siempre hay alguien cerca que nos quiere. Nos sentimos solos cuando nos desconectamos de las personas y de nuestra esencia de bien que somos. Cuando estamos con nosotros mismos, somos alguien, para escuchar, conocer, ayudar y querer. Ese tiempo de soledad que nos toque vivir hagámoslo en conciencia, reconociendo que es un tiempo para crecer, ya sea en el área de trabajo, en el área de personalidad, el área de relaciones familiares, de pareja o todas las anteriores.

¿Qué beneficios trae la soledad?

Nos ayuda a cambiar lo que ya no nos funciona, reconstruir la confianza en uno mismo y alcanzar nuevas metas personales. La confianza se construye logrando pequeñas o grandes tareas que nos proponemos.

¿Cómo pasamos de la tristeza de sentirnos solos a la alegría de vivir?

Haciendo el trabajo. No se trata de magia ni es un secreto, cuando decidimos hacer lo que hay que hacer, los ejercicios, aplicar lo aprendido, cambiar hábitos, hacer las tareas que nos proponemos, entonces comenzamos a abrir las puertas a sentirnos más proactivos, alegres y con capacidad para dar y compartir.