Cuando mi cliente coachee presentó como una de sus metas, “volver a confiar”, en algún momento tuve que hacerle la pregunta obligada: ¿Mientes?

No sería la primera vez que la respuesta afirmativa les inspira a crecer, pues no se puede transformar lo que no se ve. Ciertamente y repetidamente, lo que señalamos fuera de nosotros que nos incomoda es una invitación a cambiarlo en nuestras acciones y actitudes.

Claro que quien no confía, sabe lo que es mentir. ¡Y todos hemos mentido alguna vez! Por lo cual juzgar además de un error es una pérdida de energía. La confianza es esencial para poder fluir y relacionarnos de manera sólida y sostenida, con nosotros mismos y con los demás. Por otro lado, la desconfianza arruina las posibilidades de construir relaciones saludables que también crean bien para nuestro entorno y descarta la posibilidad de sentirnos verdaderamente libres. Por el contrario, la confianza edifica y permite que continuemos dando lo mejor da cada uno y de dormir tranquilos porque caminamos en la verdad.

La confianza genera respeto, esto es, el juicio de aceptación del otro como un ser diferente de mí. Implica la aceptación de la diferencia, y lo que hoy se hace noticia, la inclusión. Implica la disposición a concederle al otro un espacio, que no es exclusivo de nadie sino de todos por igual. Se puede decir que la confianza es una capacidad emocional (como el amor) de actuar con los otros. Con esta nacemos y se deteriora con las experiencias, si así lo permitimos.

Con ejercicios específicos, el coachee se ha sentido mucho más seguro de sí mismo con solo hablar con la verdad, expresar sus sentimientos y respetar las opiniones y sentimientos de los otros.

Muchos de sus temores han desaparecido, porque al transformar un área automáticamente esto impacta las demás. Dice que duerme mejor, más aún, puede ver los asuntos con mucha más claridad, sin dudas a las decisiones que le toca hacer. Celebro su cambio y su nueva tranquilidad.

Por eso, ahora que las cosas van cambiando en la historia, vamos a darle un voto a la confianza, hagamos lo propio en nuestro día a día para volver a confiar. Al dejar el pasado donde pertenece, todos los días se puede comenzar. ¡Adelante!

Acciones que generan la confianza:

-Ser auténtico.

-Ser fiable.

-Buscar siempre ser honesto consigo mismo.

-Actuar con ética en las acciones.

-No exigir a otros que hagan lo que no prometieron. Una expectativa no es una promesa, no obliga a nadie.

-Felicitar y agradecer activa y explícitamente al que cumple su palabra.

Acciones que mantienen la confianza

-Comprométete y cumple tu palabra, la que te hagas a ti y a otros.

-Pide disculpas cuando no cumplas una promesa y hazlo lo antes posible.

-Aprende a perdonar y a perdonarte los errores.

Acciones que restauran la confianza:

-Si se ha perdido la confianza, busca crear nuevas acciones genuinas para volver a generarla.

-Haz explícita tu verdad con seguridad y en respeto.

-Censura las mentiras en tu comunicación.