Hace un año nos encontrábamos haciendo lo mismo en esta época. Celebrar la navidad compartiendo en familia, intercambiar regalos, chinchorrear, visitar iglesias, salir de viaje, y despedir el año que se va con esperanza de uno mejor. Pero el 2020, de sopetón lo cambió todo. Ahora los domingos nos tenemos que quedar en casa sin la libertad de ir ese día al mar a darnos el tradicional chapuzón de fin de año. Este año no podremos abrazarnos a las doce de la media noche en una fiesta, será a las ocho de la noche antes de salir para llegar a tiempo a nuestras casas. Posiblemente sea por Facetime que nos deseemos el bien para el 2021. Este año lo cambió todo, y los cambios, siempre son para bien. Entiendo que además de haberse marcado en el solsticio de invierno el tiempo para la introspección, en esta ocasión, en vez de sumergirnos al mar nos toca sumergirnos hacia dentro de nosotros.

El 2021 nos debería encontrar a todos menos soberbios, menos egoístas, menos quejones, menos pesimistas, más amables, más amorosos, agradecidos, respetuosos y practicando a diario y en cada acción, los valores y fortalezas que profesamos tener. Este 31 de diciembre, saquemos un rato para observar que nos somos los mismos que diciembre del año pasado, de hecho, no somos los mismos que el día de ayer. Las experiencias, el día a día, nos van moviendo con sutilidad o rigor, (depende de cómo vivimos la vida) hacia nuestra realidad interna, nuestra verdad. Entonces tenemos 365 días de oportunidades para aprender, ser nuestra mejor versión y cumplir nuestros sueños, dentro de un nuevo contexto.

Ayuda dejar el lienzo en blanco y en conciencia crear lo que pretendemos del año. Con enfoque mirar bien las áreas de nuestra vida: la familia, relaciones, trabajo, salud y comunión con el Divino. ¿Cómo las atenderemos? ¿Qué haremos para mantenerlas óptimas? Es momento de pensar en crecer y crear lo que queremos vivir.

Y aquellos sueños o metas que no se cumplan es posible que sea porque no es su tiempo para verlas manifestadas. Con paciencia y disciplina entremos al nuevo año listos, fortalecidos, esperanzados, pero más que todo diligentes, que cuando trabajamos duro los resultados son inevitables.

En el habitual conteo de esos últimos segundos vamos a asegurarnos de entrar por la puerta del 2021 hacia una nueva vida que se va marcando acción tras acción, con nuevas experiencias, nuevos hábitos, nuevos tropiezos y la oportunidad diaria de dar lo mejor de ti. En el cuerpo, en la mente y en el espíritu.

¡Qué tu 2021 sea de salud, amor, logros y alegrías!

Sugerencias

1. Buscar lecturas que motiven o enseñen a crecer en nuestro interior.

2. Practicar algún deporte o ejercicio, comer saludable.

3. Hacer algo que siempre has querido hacer y por falta de tiempo no se ha hecho.

4. Expresar las emociones de forma saludable.

5. Crear experiencias de alegrías para la familia y las personas.

6. Mantener la conexión viva con Dios o camino espiritual.

7. Ser real y honestos.

8. Crear una lista de metas reales a corto y largo plazo y cómo se llevarán a cabo.

9. Despedir el año en una vibración de alegría y positivismo.

10. Dar Lo Mejor de Ti.