En los zapatos de la empatía
Es mucho más que decir, “me da pena” o algunas palabras de aliento o responsables que en realidad se quedan en la ética y no profundizan en el sentimiento.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 años.
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Esta semana alguien me escribió al fan page consternada por la muerte súbita de una vecina. Pero aún más sorprendida por reacciones de otros que parecían no importarles los hijos que dejó en vida. ¿No nos queda empatía? Me preguntó ella.
Empatía. Es mucho más que decir, “me da pena” o algunas palabras de aliento o responsables que en realidad se quedan en la ética y no profundizan en el sentimiento.
La definición de empatía es “tener el genuino interés de sentir con exactitud y verdad lo que puede estar sintiendo la otra persona.”
Aquí las palabras genuino, interés y verdad son claves. Cuando se siente empatía se llora cuando el otro llora, se ríe cuando el otro ríe porque se siente igual. Se vive por un momento lo que sucede en la otra persona logrando una conexión pura, que se podría dar hasta entre desconocidos. Cuesta trabajo, es muy profunda la palabra, no estamos acostumbrados, es verdad. Sin embargo, no deben ser nuestras excusas más fuertes como para no intentarlo.
Lo que hace el tema todo un reto, es que este estado de compasión no se limite a las circunstancias fuertes o intensas de la vida como las muertes, los desastres naturales, enfermedades o pérdidas sino en las simples también. Es decir: ¿Tenemos empatía en cómo se siente alguien cuando no le contestamos sus llamadas, mensajes o textos? Cuando por ejemplo nuestra palabra está involucrada y nos fallamos no cumpliéndola. O cuando prometemos a nuestros hijos, a nuestras amistades, a colegas. Cuando le hacemos creer a alguien que nos interesa lo que dice y a sus espaldas actuamos lo contrario, cuando en el tapón alguien comete algún error, cuando se llega tarde a algún lugar porque de verdad sucedió algo. Tal vez cuando en la fila del banco o la cafetería alguien se toma su tiempo porque sinceramente no lo puede hacer más rápido. ¿Somos empáticos?
Me puse en los zapatos de esos niños y no sé quiénes son. Me dolió y desde aquí les envío amor, convencida de que cuando las cosas se hacen con intención real, suceden. Entonces ahora toca seguir observándonos para cada vez más surtir nuestro armario de zapatos y ponernos en los de los demás. ¡Adelante!
De esto y mucho más hablaremos y practicaremos en dinámicas en el próximo Lo mejor de ti: El Retiro este 7, 8 y 9 de febrero 2020. Información (787) 232-8083.
Sugerencias:
1. Miremos a los ojos todos los días a la mayor cantidad de personas posible.
2. Conecta con tu lugar de amor dentro de ti, y compártelo a través de la mirada.
3. Escucha más de lo que hablas.
4. Cuando escuches alguna noticia sobre alguien siente lo que sentirías tú si te sucediera a ti.
5. Calma la mente respirando cuando te sientas intolerante.
6. Abraza al desconocido y al conocido también.
7. Cumple con tus promesas o palabra por más simple que sea.
8. Usa estos pasos en tu área de trabajo.
9. ¡Deja las excusas!
10. Para ser feliz da Lo Mejor de Ti.
Táyna Rivera Llavona es fundadora de Lo mejor de ti, lleva una década sirviendo a otros en su evolución personal y profesional; hacer transformaciones en sus vidas a través de la práctica seria del life coaching. Es Life Coach (CPC) (CRC) (CBEC), maestra en psicología positiva y maestra de yoga denominada Yoga Siromani en el 2004 en Sivananada Centre, Quebec. Ha llevado con éxito sus talleres y servicios corporativos a Costa Rica, Panamá, Estados Unidos y Puerto Rico. Es autora de las novelas de ficción "14 días de Marisol", "SIETE: Una historia para tu alma" y su más reciente publicación de autoayuda, "Hacia la Victoria". Ofrece talleres a empresas, grupos y servicios individuales en su oficina en Guaynabo y telefónicamente para clientes fuera de Puerto Rico.
Lo mejor de ti con Táyna
Columna de autoconocimiento y evolución personal.