Entre los mejores hábitos que he aprendido y hoy comparto con ustedes, están estos tres que al aplicarlos a diario dentro de las áreas de nuestra vida y rutinas se pueden percibir los resultados en beneficio a nuestras metas.

1. Organización- Planificar y crear las prioridades hacia el propósito de nuestra meta. Pueden ser metas relacionadas a los 3 componentes del ser: Mente, cuerpo, espíritu. Si queremos atender mejor alguno de estos aspectos para tener una vida más balanceada, debemos priorizar las acciones que tienen impacto en las mismas. Por ejemplo: En el área física, no posponer chequeos de rutina, atender la alimentación a diario y hacer ejercicios. En el área mental, leer sobre temas relacionados a nuestro interés de desarrollo, tomar cursos, mantener la mente ágil. O en la espiritual, meditar, ir a cultos, indagar en lecturas, clases o dirección con algún maestro, según su creencia. La idea es tener claro nuestro manejo del tiempo y organizarnos para maximizar los esfuerzos.

2. Relajación – Mantener una actitud relajada durante el proceso. La meditación, ejercicios, así como evitar distracciones, son formas de mantener el enfoque relajadamente. Vivir el proceso con actitud de alegría aumenta la potencialidad del resultado.

3. Tomar acción – Sin la acción el plan es solo un potencial. Como dejar las ideas en el aire. La acción es el paso clave para sentirnos en éxito, sentirnos en plenitud, en balance, independientemente de las situaciones incómodas o que aparentan ser negativas. El éxito cada quien lo mide desde su vara, sin embargo la palabra sugiere, sentirnos bien, felices y en balance positivo en el día a día. Siempre aportando nuestras virtudes y bien al Universo y los demás también para apoyar su éxito.

Les invito a que las practiquen por catorce días y midan los resultados. Solo lo que se intenta, se vive. ¡Adelante!