¡Es maravilloso el tiempo que nos ha tocado pasar juntos! Y algunos mientras leen esto dirán “¡pero si la cosa está tan mala!”

No gente, no está mala, es una excelente oportunidad para crecer como antes no se había hecho y para crear en nosotros actitudes nuevas que tal vez han sido necesarias desde hace mucho tiempo. Por ejemplo, la adaptación que nos sirve para levantarnos.

Como humanos tenemos la costumbre de querer controlar lo incontrolable. Cuando lo único que podemos controlar o cambiar es a nosotros mismos. Al adaptarnos a las situaciones o cambios inmediatamente ocurre algo dentro de nosotros mismos que nos da la fuerza que necesitamos para continuar y ver los pasos que debemos tomar. Nos permite acercarnos a la salida de la situación o nuevas y creativas maneras para atenderla. De esta forma nos movemos la rutina de quedarnos en la queja o estáticos, sin flexibilidad haciendo el proceso más incómodo.

Hay maneras para mantener una mente flexible así como ir soltando la rigidez del cuerpo. Disciplinas como la yoga, pilates, caminar, la respiración consciente y fluida, pensamiento positivo, amor por la vida, y alimentación adecuada nos permite vivir en más flexibilidad para adaptarnos al presente. Luchar con lo que no se puede cambiar puede ser muy agotador. Gastamos energías que podríamos utilizar en agradecer y movernos hacia adelante.

Día a día decidamos ser flexibles, porque en la adaptación crece la tolerancia y la creatividad. ¡Inténtalo!

Sugerencias:

1. Intenta ver cada reto como una oportunidad. Y no como algo negativo.

2. Cuida de lo que tienes como si mañana lo pudieras perder. Así no caes en rutinas.

3. Da lo mejor en todo lo que hagas.

4. Vive en gratitud.

5. Sé creativo en tus acciones diarias.

6. Para ser feliz da Lo Mejor de Ti.