No fueron los únicos en decidir separarse después de varios meses del encierro mandatorio por el asunto de la pandemia. Cuando llegaron a mi oficina en búsqueda de ayuda, se evidenciaba el deterioro de la relación que confirmado por ellos había comenzado mucho antes del 2020. Valientemente, se permitieron la ayuda, para poder decidir en armonía cuál sería el próximo paso, e investigar si era salvable su matrimonio de quince años. Sin embargo, fue la verdad la que surgió otra vez, dejándoles saber que era tiempo de moverse hacia adelante, cada uno por su lado. El recogimiento les permitió conocerse más, habían cambiado mucho, ya no habían excusas como el trabajo, el gimnasio o amistades, para no mirarse de frente. Así pasó de algún modo con todos nosotros, hasta el que no se dio cuenta. Nos tocó mirarnos de frente. Ir hacia adentro, investigarnos. Los cambios se hicieron urgentes y las verdades nos hablaron al oído. Ya no nos podíamos esconder más de nosotros mismos. ¿Qué estamos haciendo con nuestra vida? Podría haber sido unas de las preguntas. ¿Realmente estoy feliz? Pudo haber sido otra. El tema es que lo que pareció un castigo, fue una invitación a darnos cuenta que de algún modo tenemos que transformarnos. Y entre nuevos hábitos, comenzar a mirar lo positivo que traen las experiencias y no enfrascarnos en la negatividad cegándonos al bien y a la luz que siempre hay detrás.

Si nos enfocamos en ver sólo lo negativo de las situaciones, nos perdemos de encontrar las bendiciones que también traen las circunstancias, los aparentes problemas que jamás vimos venir, antes de la pandemia eran otros.

La pareja aceptó con un poco de resistencia el cambio, y hoy, están felices de haber honrado el mensaje que llevaban recibiendo desde hacía mucho, a través de repetidas desilusiones, mentiras, falta de comunicación y noches cargadas de resentidos silencios.

Saquemos tiempo y energía para hacer una lista de las bendiciones que sí trajo este último año y la pandemia a cada uno de nosotros. Dentro del aparente problema o desafío siempre hay algo de bien para recoger. Las familias pudieron acercarse más, compartir mejor. Las personas se acercaron más a los caminos espirituales. Muchos buscaron la ayuda que ya hacía tiempo necesitaban, otros decidieron mejorar su estilo de vida y alimentación. Hubo parejas que se separaron y otras que se lanzaron a comprometerse a una vida juntos al percatarse de que la vida es corta y el miedo a veces nos detiene.

Todos hemos sido de algún modo alterados, lo importante es que podamos ver y agradecer todas las bendiciones.

Sugerencias:

· Haz una lista de las bendiciones traídas por la pandemia.

· Agradece cada una de ellas.

· Comunícale a amistades o familiares lo aprendido.

· Valora las dificultades mientras nos enseñan.

· Sigue tu intuición.

· Aprovecha los momentos de encierro o soledad para evolucionar.

· Transforma los hábitos o actitudes que ya no te hacen bien.

· Busca ayuda de ser necesario.

· Da #lomejordetipr