Qué mucho me han dicho lo vital que es vivir en el presente. Cuántas veces no he escuchado que exprese mi amor a menudo a los que quiero, porque no sé cuándo será la última vez que lo pueda hacer, y lo importante que es contestar los mensajes porque quizás sea el último. Entonces, una vez más las responsabilidades del día, el hábito de atender lo que parece importante como el trabajo, solucionar situaciones y hacer lo que “hay que hacer” se impone y vuelvo a vivir como una entidad mecánica artificial, en automático.

Ese día no le respondí a Ray Reyes el último saludo que me envió.

Hace uno o dos años que no hablábamos. Fue en las Navidades del 2019, específicamente el 24 de diciembre, que intercambiamos mensajes. Nos felicitamos y, como siempre, compartimos anécdotas personales de las que inevitablemente, aprendíamos extrayendo cada cual lo positivo de cada asunto. Sabía de él por redes sociales y recientemente me llamaron la atención algunos de sus posts. Por algún proceso pasaba, pues sus mensajes repetían la importancia de vivir en aprecio y nos recordaba en su comunicación que lo que estábamos haciendo ese día podría ser el último día que lo hiciéramos.

El 22 de abril a las 12:33 de la tarde me escribió: “Holaaaaa!!!!!!”

Detenida en una luz lo leí, me alegré, y pensé contestarle en otro momento. También pensé que tal vez en algo podría ayudarle, que me contaría si algo le pasaba y que necesitábamos tiempo para ponernos al día. Pero otra vez la vida envía el contundente mensaje que debía escuchar. Que no tengo el control de nada y que hay que atender lo simple, que es lo que importa. Tremenda lección que me deja mi amigo, al pasar de los días supe que ya no estaba entre nosotros y que se me hizo tarde contestarle.

Agradecida de las risas que compartimos, la amistad primordialmente cibernética por tantos años, por su apoyo y consejos y por dejarme apoyarlo y aconsejarle también, Ray Reyes, más que todo, gracias por esta última lección que me dejas, que nos dejas. No hay mejor momento para ser y actuar, que el presente. ¡Gracias Ray descansa en paz!

Sugerencias:

1. Contestar mensajes en cuanto lleguen.

2. Darle la misma importancia a cada comunicación.

3. Expresar cariño, amor, alegría a quienes nos rodean.

4. Comunicar con sinceridad siempre.

5. Compartir.

6. Dar.

7. Vivir en el momento presente.

8. Construir a diario la vida que queremos vivir.

9. Amar.

10. Dar lo mejor de ti.