Igual que a todo el que supo la noticia del asesinato al surfista Brian Ramos Torres, me impactó y me dolió. También me ha hecho reflexionar, porque me invita a rebuscar y esforzarme a hacerme mejor persona, para aportar con responsabilidad a este mundo que nos toca compartir.

¿Un batazo? Varios, pero aparentemente bastó uno que cargara la ira de saber Dios cuándo, ya concentrada, lista para explotar. No conozco a la víctima, no conozco al agresor, pero sí conozco las emociones y lo capaces que somos de actuar desde ellas irresponsablemente si no las entendemos. Cuando no tenemos las herramientas, la práctica espiritual o los conocimientos para manejarlas, es fácil y hasta cómodo, reaccionar, aunque las consecuencias nos causen todavía más malestar y posiblemente un gran castigo, como la cárcel. Son muchas las personas y clientes que al preguntarles: ¿qué sientes? o ¿cómo te sentiste? automáticamente responden con un “no sé.” Llevarlos a redescubrir su campo emocional se convierte en una hermosa travesía que a todos les deja sintiéndose vivos otra vez. Nos hemos olvidado de sentir, corrijo, de reconocer lo que sentimos y hacer algo productivo al respecto.

Se le pide a la gente tolerancia, sin enseñarles a entender cada una de sus emociones, reconocerla, conectarla con el intelecto y manejarla productivamente, son los pasos de la inteligencia emocional. Lo que, en mi opinión, se debería enseñar en todas las escuelas desde que somos niños.

Hay rechazos y prejuicios que en la historia de la humanidad se han dado con bofetadas, patadas, con piedras, con insultos y hasta con palabras que no parecieran herir. No soy quién ni tengo el poder para juzgar a nadie y entiendo que no nos debemos acostumbrar a hacer juicios porque no estamos en la piel de nadie que no seamos nosotros mismos. Más bien, la responsabilidad nos debe empujar a no esconder los asuntos debajo de la alfombra. ¿Qué nos cuesta resolver las cosas hablando? ¿Qué nos cuesta expresar lo que sentimos en armonía, aunque sea tristeza, coraje o dolor? ¿Qué nos cuesta aceptar que tenemos miedo? ¿Por qué no aceptarnos con todas nuestras emociones y comenzar a manejarlas saludablemente?

Posiblemente esta sea otra noticia que nos conmueve y que en días pasará a la historia, espero que la enseñanza se quede y que intentemos empezar a conocernos en nuestro interior, aceptarnos y con misericordia y respeto convivir con los demás. Es trabajo, pero vale la pena.

Sugerencias:

1. Cuida el tono y escoge palabras positivas así tengas que compartir un mensaje difícil o negativo.

2. Si sientes la urgencia de insultar, escríbelo primero o respira si detenerte hasta calmarte. Luego comunica la molestia sin el insulto desde tu sentir.

3. Revisa las palabras que hay en tu mente para expresarte sobre ti mismo y sobre los demás.

4. Expulsa el coraje y la frustración a diario con ejercicios físicos como correr, caminar, yoga, boxeo, o algún deporte.

5. Saca tiempo diario para revisar cómo te sientes, honra tus sentimientos son culpar a nadie.

6. Acostumbra a hablar sobre las cosas buenas que vives y ves alrededor.

7. Evita la crítica y el juicio.

8. Busca ayuda si necesitas y si no también, se preventivo en tu salud mental y emocional.

9. Se feliz y da Lo Mejor de Ti.