Esta semana, una de mis clientes recibía frases agradables de su compañero, las cuales ella respondía con sarcasmo no pesando que él le hablaba en tono irónico. “Según el cristal con el que lo mires”, con esa frase tan trillada y correcta comenzamos nuestra sesión. ¡Y es tan cierto! Andamos todos suponiendo las intenciones o los tonos con los que nos hablan, hacemos conclusiones inmediatas y comienza la distorsión en la comunicación.

¿Por qué usualmente suponemos algo adverso? Es más liviano cuando damos el beneficio de la duda, y antes de juzgar o concluir, hacer preguntas si fuera necesario para que la comunicación se aclare. La perspectiva, desde donde perciben las cosas cada persona, es lo que nos hace reaccionar, creer o no creer.

¿Y si miramos todas las perspectivas posibles antes de juzgar?

¡Inténtalo!

Sugerencias:

1. Reconoce cuando estás solo viendo las cosas desde tu limitada perspectiva.

2. Permite que los resultados de tus acciones sean una sorpresa agradable.

3. Sé flexible en las comunicaciones interpersonales.

4. Abre tu mente a pensar que las personas te quieren y quieren el bien para ti.

5. Mantén una actitud positiva y  creativa ante la vida.

6. Respeta tu proceso y el de los demás.

7. Abre tus brazos a todo lo nuevo que viene.

8. Sé feliz y da Lo Mejor de Ti.