Una nueva semana comienza con la oportunidad repetida de reinventarnos, dejar atrás el pasado, lo que no nos suma y comenzar. No sé si les ha pasado que al hacer cambios personales hay ciertas conductas a las que se les tiene menos tolerancia, como la violencia. Seguro que quien lee esto, al igual que yo, se cansa, se preocupa y también se afecta por la violencia que vivimos y nos rodea, que por más que se justifique sigue siendo una reacción humana que afecta a todos.

Existe un método para minimizar las reacciones y el impulso violento que además de aportar en disipar la preocupación y convertir esa energía en acción positiva, también nos ayuda a mermar la violencia dentro de uno mismo. Todos tenemos algo de violencia en nosotros, al aceptarlo pregúntate:

¿Qué estás haciendo para ayudarte? ¿Estás sacando tiempo para cuidarte y amarte a ti mismo? ¿Buscas y practicas las herramientas si las necesitas? ¿Buscas la ayuda necesaria?

La meditación es una antiquísima técnica que ahora se incluye en el programa educativo de las escuelas que están a la vanguardia. Es un método para el que no hay que invertir dinero, ni requiere de complicadas reglas. No hay que callar la mente, y mucho menos dejarla en blanco ya que el trabajo de la mente es pensar, tampoco hay que aprender mantras que no sabemos qué quieren decir.

Basta con hacer hábito separar de 10 a 20 minutos al día, para ejercer la práctica de la meditación. Podremos ver generosos avances en nuestra vida y estados de ánimo. Seguramente luego de unos meses, también nos pregunten si hicimos algún cambio físico o algo pues las facciones y nuestra cara resultan más claras, relajadas, reflejando paz natural.

Para meditar:

- Siéntate en el suelo.

- Cruza las piernas (si te molesta comienza con las piernas estiradas o coloca un cojín en los glúteos).

- Deja la espalda derecha y cierra los ojos. Que tus manos descansen sobre las rodillas.

- Comienza a respirar inhalando al levantar el abdomen llenándolo de aire y exhalando vaciando el abdomen mientras se lleva hacia atrás hacia la espalda. El pecho está quieto y las respiraciones son por la nariz.

- Sólo respira, lento, como las olas del mar y escucha el ruido de tu respirar. Cuenta cinco segundos para inhalar y seis para exhalar.

- Verás cómo la mente te envía ideas o impulsos para que te levantes o te distraigas, no pelees con ella, solo regresa el enfoque al ruido de tu respirar.

- Continúa hasta que la alarma del reloj te avise que ya pasaron los diez minutos.

- Luego abre tus ojos y ve levantándote del suelo o la silla lentamente con una nueva vibración en ti, disfrútalo.

¡Anímate! Haz por ti todo lo que puedas para mantenerte en paz y en calma. Estarás aportando a la paz que queremos ver en el mundo.

Beneficios de meditar:

1. Ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y aumenta las defensas para prevenir enfermedades.

2. Disminuye la tensión arterial y física.

3. Brinda mayor claridad de pensamiento para responder adecuadamente a los conflictos. En el caso de la depresión funciona para prevenir crisis y vivir con más felicidad.

4. Estimula el cambio de las situaciones negativas a positivas.

5. Mejora las relaciones sociales y de pareja.