Sensibilidad
Ahora y después, seamos sensibles ante nuestras realidades y las de los demás porque ninguna es más o menos que la otra y la vida de todos es igual de importante.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 8 años.
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Aunque el ruido de aquel atroz viento se asome todavía en mis noches, y seguro que en las noches de muchos, hay una fuerza que empuja a levantarse a diario a hacer lo que haya que hacer. La vida luego de María ya comienza a notarse. El plan de lograr una diligencia al día requiere de toda nuestra atención y energía aceptando los retos e imprevistos.
Ahora los pájaros se hacen más presentes, el renacer de una hoja se celebra, la caída de la lluvia sirve para refrescarse, y poco a poco aprendemos a desapegarnos del cuento que vivíamos; sus colores, la forma, el ritmo, los espacios y hasta el diálogo que ahora incluye mucha transformación.
Entonces también ocurre, que de momento nos gana la frustración y se desbordan en las redes sociales las opiniones, vestidas de críticas. Regresamos, a pesar del cantazo que recibimos, a las mismas prácticas de tiraera, señalamientos, insultos, puntos de vista, que al final degradan a alguien. Volvemos sin espacio de reflexión o introspección a repetir lo que es muy posible que no nos esté sirviendo. Porque señalar tampoco nos hace sentir bien a nosotros mismos. No hay manera, si se comprende que estamos compartiendo una misma energía, un mismo espacio en el Universo.
Que si alguien se va del país, que si lo que le interesa es que le llegue el gas para dormir con fresquito, que si se toman fotos ayudando al prójimo, que el que tiene planta no considera al otro… son solo algunas. Mientras, nos perdemos el momento lleno de luz que nos llama para crecer. El momento más oscuro que empuja a que nos movamos a ver quiénes realmente somos y nuestra iluminada belleza.
Todavía en esperanza, vi por Facebook un vídeo donde un señor le enseña a Ricky Martin su casa destruida. Miró a Ricky comenzándolo a reconocer, le enseñó lo que María había hecho y seguido le expresó: “Pero no la odio”. Es el mensaje más contundente y atinado que he visto desde María.
No la odio, mirándole a los ojos y con su cabeza levantada, dejando a Ricky también en silencio. María le llevó la casa, le cambió la vida, le quitó todo, y el señor decide no odiarla. ¿Podemos aprender algo de ese señor? Que la sensibilidad se exalte entre nosotros, que podamos ver a todos como a nosotros mismos, en el intento de vivir. Invito a que dejemos de señalarnos tanto, eso es muy fácil. Señalémonos a nosotros mismos, no para caernos, sino para levantarnos desde la base de la sensibilidad. Recordemos trabajar y construir esta nueva vida queriendo ser por encima de tener.
Y por si ayuda, aquí la definición de sensibilidad: capacidad o propensión natural de las personas a emocionarse ante la belleza y los valores estéticos o ante sentimientos como el amor, la ternura o la compasión.
Ese hombre fue sensible hacia María. Gracias, por tal enseñanza.
Ahora y después, seamos sensibles ante nuestras realidades y las de los demás porque ninguna es más o menos que la otra y la vida de todos es igual de importante. Cuando escribamos en redes… recordemos que el que va a leer es ser humano también, con sentimientos, preocupaciones, vida, oportunidad de crecer y problemas. Usemos la crisis para crecer. ¡Adelante!
Táyna Rivera Llavona es fundadora de Lo mejor de ti, lleva una década sirviendo a otros en su evolución personal y profesional; hacer transformaciones en sus vidas a través de la práctica seria del life coaching. Es Life Coach (CPC) (CRC) (CBEC), maestra en psicología positiva y maestra de yoga denominada Yoga Siromani en el 2004 en Sivananada Centre, Quebec. Ha llevado con éxito sus talleres y servicios corporativos a Costa Rica, Panamá, Estados Unidos y Puerto Rico. Es autora de las novelas de ficción "14 días de Marisol", "SIETE: Una historia para tu alma" y su más reciente publicación de autoayuda, "Hacia la Victoria". Ofrece talleres a empresas, grupos y servicios individuales en su oficina en Guaynabo y telefónicamente para clientes fuera de Puerto Rico.
Lo mejor de ti con Táyna
Columna de autoconocimiento y evolución personal.