Presentada quedo
“Voy balanceándome entre mis roles de esposa, madre de dos mujeres y dos hombres, abuela, bloguera, autora, relacionista y ahora, culitrinca de nervios, acepto la invitación para escribir en este espacio”.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Me han pedido que me presente y no sé por dónde empezar. Bueno sí, por los 40, esa década en la que se me disparó la vida y a la que entré con una niña agarrada a cada pierna y un niño pegado a cada teta. Al lado mi marido, agarrándome con fuerza para enfrentar juntos un tramo de locura que veintiún años después no ha cambiado.
Parí gemelos, falleció mi suegro, mi madre, mi suegra -en ese orden- y vivía entre correteos y malabares para dividirme entre mis roles de esposa, madre de cuatro y relacionista de la industria del espectáculo. Y que les quede clarísimo: las mujeres somos todo a la vez, todo. ¿Complicado? Pues sí, complicadísimo, extenuante, a veces triste, intenso, doloroso y otras excitante, retante y divertido.
Y decidí escribir, abrazar el ejercicio de expresarme por escrito a modo liviano, de cháchara y compartir los cuentos que le cuento a mis amigas. Todo comenzó en Facebook bajo el nombre de Cuarentaytantos (así, todo junto como la sambumbia de mi vida), después Cincuentaytantos y al filo de los 60 dije, okey, no puedo seguir cambiando el título cada diez años. Se llamará Titantos.
Entonces me topé con que al otro lado de esa red miles de mujeres -de titantos años- opinan, piensan y viven lo mismo que yo… se fajan, luchan, lloran, gritan y ríen al igual que yo… sienten ganas, pasiones, miedos e ilusiones como siento yo… son lanzadas, atrevidas y pizpiretas como lo soy yo. Todas somos una y una somos todas. Vivimos -unas primero y otras después- lo mismo. Eso nos unió y, de alguna manera que todavía me parece extraña, me convertí en su voz.
A los 50 comencé una nueva aventura: la televisión. Mayorcita, pasadita de libras y para nada bonita -a diferencia de las pimpollas maravillosas de los programas- a varios productores les interesó mi bocota opinionada y lo que como mujer adulta y común y corriente tenía para decir. Me convertí en la “señora esa de la tele” y he tenido la fortuna de -sin estudios ni títulos especializados- lograr motivar a vivir intensamente y provocar reacciones, desde la risa hasta la indignación.
Titantos, mientras tanto, se convirtió en dos libros y en una puesta en escena, un espectáculo para mujeres y, como somos inclusivas, hombres con babilla que se atrevieran a asistir. Recuerdo aquella primera vez en Punto Fijo, junto a Myraida Cháves y Marilyn Pupo. Me integré al escenario para leer junto a ellas porque no teníamos presupuesto para pagarle a una tercera. “Y nadie mejor que tú, porque son tus cuentos”, me sentenció la productora Laura Homar. Me tembló hasta el pelo, pero me lo pasé bomba, espectacular. Al final de cada función, cuya taquilla casi regalábamos, pagábamos los gastos y lo que cobrábamos era una bandeja de frituras -calientitas y sabrosas - y un par de tragos.
No puedo dejar de contarles que a los 60 debuté en la abuelitud. Soy una abuela pandemial y agradecida por la sacudida que me ha dado este nuevo amor. Catalina, que así se llama mi nieta, ha sido el empujón que me faltaba para disfrutarme a plenitud lo que me quede de vida.
Así que voy balanceándome entre mis roles de esposa, madre de dos mujeres y dos hombres, abuela, bloguera, autora, relacionista y ahora, culitrinca de nervios, acepto la invitación para escribir en este espacio. Y bueno, presentada quedo. Les espero los viernes y desde ahora les advierto: escribo tal y como hablo y de vez en cuando se me zafa un carajo.
Sesentona y puertorriqueña, esposa, madre de cuatro, abuela pandemial, profesional de las Relaciones Públicas, bloguera, colaboradora de televisión, opinionada, pizpireta y autora de TiTantos. Seguida por miles de mujeres que se ven reflejadas en sus columnas, escritas con un estilo liviano, divertido, lanzado y hasta dramático, y basadas en la cotidianidad de la vida de una mujer.
TiTantos
Todo lo que vivimos, sentimos y opinamos las mujeres de titantos años....desde la locura de mi vida hasta la locura de la tuya