Pues a mí el one size fits all -que en español se traduce a talla única- no me gusta para nada. Algo como que no encaja. Me parece un engaño, un cariñito para pasarle la mano a quienes llevan libras de menos y a quienes las llevan de más, como es mi caso.

De jovencita fui de poco peso, vamos, el normal para la edad. Pero los embarazos, los partos y el estrés de la vida descabellada que llevamos la mayoría de las madres hicieron lo suyo y me dejaron de recuerdo - souvenir, le llaman por ahí - unas cuantas libras que se quedaron abrazadas a mi cuerpo. Y no pasa nada. Creo que es el caso de miles de mujeres. Son pocas las que viven toda la vida en el mismo peso, y somos muchas las que vamos aumentando con la edad.

Soy un mapa mundi atiborrado de llanos, valles, montañas y otros resquicios territoriales que con el tiempo se han apretado o desparramado como les ha dado la gana. Así que no soy one size y mucho menos fits all. ¡Imposible serlo! Y no se trata de que no quepa en tal o cual pieza de ropa, se trata de que en ese invento la tela estaría en unas partes como bombacha, en otras quedaría como tatuaje y en algunas ni siquiera entraría.

Por mucho tiempo huí de los estampados de flores, pensando que, si me quedaban en una de esas partes gordetitas y abundantes alcanzarían proporciones giiiigaaaaannnnntessssss, mientras en otras áreas en las que estoy desfalcada quedarían como capullitos marchitos y reducidos. Lo mismo me pasó con los tatuajes. En un momento quise una libelulita pero me dio pavor que se convirtiera en gárgola.

Así que el inventito no me cuadra. Una mujer talla dos no puede utilizar la misma pieza que yo, que soy doce. Hay diez tallas de por medio. Punto. A ella tampoco fits all.

Es más, me atrevo a asegurar que la pieza -vestido o blusón- le quedaría tan grande como una carpa, una caseta de campaña cómoda y amplia que tendría que amoldar recurriendo a alguna correa o cinturón. Unas por gorditas y otras por flaquitas, lo cierto es que ONE SIZE DOES NOT FITS ALL. Y esa debería ser la consigna que habría que enviarle a la comunidad de la moda, a ver si encogen y ensanchan sus diseños de acuerdo a lo que seamos y en vez de hacer un solo modelo, confeccionen el mismo, okey, pero en diversas tallas, largos y anchos que se ajusten a la figura de cada cual.

Nosotras estamos claras en que no hay problema en ser diferente, en que cada una tenga menos o más de carnes y curvas. Lo que sí nos entalla a todas - sin necesidad de pespuntes y trutrús - es nuestra capacidad de ser únicas. Cada mujer es extraordinaria, estupenda y fantástica. Tenemos fuerza y ternura, coraje y piedad. Somos ONE SIZE FITS ALL a la hora de superarnos, de aprender, de crecernos ante la adversidad. Somos individuales, pero en todo lo bueno, somos iguales.